Nuevos problemas en el avión presidencial, esta vez mientras se encontraba cargando combustible en Iquique, provocaron que el presidente, Sebastián Piñera, tuviera que cambiarse de aeronave para continuar su viaje hacia Cúcuta.
El Mandatario viajaba hacia Colombia en el Boeing 737-500 con 33 asientos y tuvo que continuar su viaje abordo del G-IV, avión multitareas de la FACh con 12 asientos.
El avión presentó problemas cuando despegaba desde Santiago. Por eso al realizar la escala técnica en el aeropuerto de Iquique, se inició el protocolo de seguridad.
Al aterrizar comenzó el operativo respectivo y tras una hora en tierra se tomó la decisión que el Presidente continuara la gira en el avión G-IV, el que ya despegó hacia Cúcuta.
Este mismo avión presidencial ya ha presentado fallas en ocasiones anteriores. En julio de 2018 el Boeing 767-500 tuvo un desperfecto mecánico que generó un traspié en la agenda de Piñera. También, en agosto de 2017, sufrió un problema técnico en el motor de partida, lo que obligó a Michelle Bachelet a cambiar de nave para continuar con una gira por Centroamérica.
Debido a este nuevo incidente y por medio de un comunicado, la FACh detalló lo ocurrido asegurando que “el avión presidencial Boeing 737–500, presentó durante el vuelo inconvenientes técnicos que fueron detectados oportunamente por la tripulación”.
“La institución dispuso de inmediato el empleo de un avión Gulfstream G-IV, a fin de continuar con el itinerario de vuelo de la máxima autoridad del país junto a parte de su comitiva, de acuerdo con la planificación inicial”, detalla también el escrito.