La tarde de este lunes, el presidente Sebastián Piñera anunció un viaje para el viernes a Cúcuta, Colombia, en la frontera con Venezuela.
Lo anterior, según explicó a través de su cuenta oficial de Twitter, con el objetivo de entregar ayuda humanitaria a esta nación caribeña en compañía de su homólogo Iván Duque.
La ayuda, en concreto, es para “quienes llevan años sufriendo crisis causada por la dictadura”, escribió el Mandatario.
“Venezuela y su pueblo necesitan apoyo internacional para recuperar su libertad y democracia”, añadió el jefe de Estado.
Negativa de Maduro
Hasta el momento, Nicolás Maduro se ha opuesto diametralmente a aceptar cualquier tipo de ayuda proveniente desde el extranjero, acusando intervencionismo.
Por su parte, el presidente encargado, Juan Guaidó, escogió el sábado 23 de febrero -cuando se cumple un mes de su autoproclamación- como el día en que la ayuda ingresará al territorio.
“Entrará sí o sí por tierra y por mar”, dijo el líder opositor, actual titular de la Asamblea Nacional.
Desde el domingo, miles de voluntarios se preparan para enfrentar el bloqueo impuesto por el régimen de Maduro, esperando recibir toneladas de ayuda desde Colombia, Brasil y Curazao, la mayoría enviada por Estados Unidos a solicitud de Guaidó.
Pero Maduro no está solo: cuenta con el respaldo de China, Turquía, Rusia e Irán, quienes acusan que Caracas se encuentra en el centro de una lucha geopolítica, donde Estados Unidos busca apropiarse de recursos como el petróleo y el oro venezolano, usando a Guaidó como marioneta para tales fines.