A raíz de al menos tres denuncias de abusos sexuales y de poder en su contra, el sacerdote Diego Ossa, otrora mano derecha del excura Fernando Karadima, deberá enfrentar un proceso penal liderado por el Vaticano, cuyo plazo se extenderá por 60 días.
En concreto, la medida se tomó luego que el Arzobispado de Santiago abriera una investigación en agosto pasado por abusos presuntamente cometidos antes de 2005, una vez que el denunciante Óscar Osbén volviera a presentar denuncias.
Pese a ello, lamentó lo poco y nada que las autoridades eclesiásticas nacionales hicieron con las denuncias, aunque destacó la celeridad que han registrado los procesos a partir de la visita a Chile del arzobispo de Malta, Charles Scicluna.
Eso sí, remarcó que las víctimas han debido llevar todo el peso de las causas. “Hemos tenido que sacrificar nosotros nuestra vida para poder ser escuchados. No me cabe duda que si yo no hubiera denunciado nuevamente esto hubiese quedado bajo la alfombra y Diego Ossa seguiría de vicario parroquial en Ñuñoa”, acusó.
Ossa fue la mano derecha de Fernando Karadima, expárroco de El Bosque, que fue expulsado del sacerdocio por abusos sexuales -principalmente- tras las denuncias y constante presión de tres denunciantes: Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo.
Patricio Cisternas, miembro de los laicos de Santiago, aseguró que en 2013 se enfrentó con el actual obispo de Arica, Moisés Atisha, y al vigente administrador apostólico de la Diócesis de Talca, Galo Fernández, instancia en la que cuestionó la presencia de Ossa en la comunidad, cuando él se desempeñaba como asesor pastoral juvenil de la capilla Cristo Resucitado de Pudahuel.
Moises Atisha me aseguró que “si moría alguien en la jurisdicción de nuestra capilla Cristo Resucitado, él (Ossa) no iba a ir a oficiar esa misa. Y que eso lo supiera yo muy bien, me dijo. Y le dije: Bueno, también quiero decirle que si el día de mañana se descubre que Diego Ossa abusó de alguien de Pudahuel o Lo Prado yo lo voy a denunciar a usted, porque usted lo aceptó aquí”, recordó.
Con todo, el sacerdote Ossa actualmente se encuentra cumpliendo una medida cautelar que le prohíbe ejercer sus funciones como vicario parroquial en Ñuñoa, por decisión de la Arquidiócesis de Santiago.