Víctimas chilenas de abusos sexuales por parte de sacerdotes de la Iglesia Católica pidieron acciones concretas de reparación y prevención al Vaticano, luego de que el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada asegurara que el Estado Pontificio encubrió por 63 años los antecedentes de pederastia de Marcial Maciel.
A su vez, víctimas de Argentina cuestionaron el manejo del papa Francisco, mientras que expertos en la iglesia advierten que el pontífice debe enfrentar a fuertes detractores dentro de sus propias filas.
La sospechada revelación
“Tengo la impresión de que las denuncias de abuso crecerán, porque sólo estamos en el inicio. Llevamos 70 años encubriendo y esto ha sido un tremendo error”. Esa fue la confesión del cardenal Joao Braz de Aviz, prefecto de la mencionada congregación, a la revista católica Vida Nueva.
Un reconocimiento que confirma las denuncias de miles de víctimas de abuso sexual clerical en el mundo.
El cardenal brasileño confirmó que el Vaticano tenía conocimiento desde hace 63 años de los delitos sexuales de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y de la asociación seglar Regnum Christi, ambos con amplia influencia en el mundo y en Chile.
El brasileño también dijo que “quien lo tapó era una mafia, ellos no eran Iglesia”.
Marcial Maciel fue amigo cercano del papa Juan Pablo II, quien hizo caso omiso a las miles de denuncias en su contra, que iban desde abuso sexual a menores, hasta que tenía hijos con mujeres y que abusaba de ellos, además del uso habitual de drogas.
En 1997 ocho exlegionarios enviaron una carta a Juan Pablo II donde daban cuenta de estos abusos por parte de Maciel. En 2004 abandonó los Legionarios y el entonces prefecto para la Congregación Para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, ordenó una investigación canónica.
Cuando era Papa, en 2006, ésta se cerró por la avanzada edad de Maciel, de entonces 86 años, y fue enviado a cumplir una vida de oración y penitencia en su natal México; con la prohibición de ejercer el ministerio sacerdotal públicamente.
Es uno de los mayores depredadores sexuales de la iglesia. Falleció en 2008, sin ofrecer perdón por sus actos.
En Chile, José Andrés Murillo, víctima de los abusos del excura Fernando Karadima, enfatizó que este tipo de reconocimientos no tienen efectos si no vienen acompañados de medidas concretas.
Por eso, Murillo pidió total transparencia y dijo esperar que en 63 años más el Vaticano no vuelva a reconocer que fue encubridor de estos delitos por parte de otro sacerdote.
“La política de transparencia debiera ser hasta que duela. El Vaticano tiene que ir a la par con acciones concretas de reparación y prevención. Que no tengan que ser las víctimas las que se desangren para hacer públicos los casos”, sostuvo.
El abogado de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de Argentina, Carlos Lombardi, cuestionó que este reconocimiento se hizo sólo para hacer frente a la crisis que vive la iglesia, sin importarles la situación que vivieron menores de edad durante el periodo de este encubrimiento.
Lombardi criticó, además, el manejo del Papa en los casos de abuso, asegurando que solo responde a “demagogia”.
“No deja de ser una conducta perversa, hipócrita. Han vendido una mentira durante años, que no son responsables, que es un sector del clero, cuando todos sabemos que es un sistema de encubrimiento enquistado en su estructura, de un descaro descomunal. Nos ratifica que las víctimas no mienten”, lamentó.
El experto en temas de la iglesia, Marcial Sánchez, valoró el reconocimiento del Vaticano y consideró que el pontífice enfrenta complejos momentos ante la resistencia que tienen sus medidas y decisiones al interior de sus propias filas.
“Es un paso importante el que está dando el Vaticano. El Papa todos los días pide que recen por él porque se está enfrentando a un muro interno que no quiere que todos estos antecedentes salgan a la luz”, argumentó.
Chile
Paralelamente, en nuestro país continúan las diligencias en casos de abusos. Hoy, finalmente, a las 09:00 horas se concretará en el Tribunal Eclesiástico la declaración de Fran Noa Parra, mujer trans que denuncia abuso y acoso de sacerdotes franciscanos, donde entregará mayores detalles de su denuncia de abuso sexual en contra de Manuel Saúl Zamorano Soto.
La iglesia había desestimado sus denuncias, por lo que Fran Noa Parra espera que con esta diligencia se abra un proceso canónico en el Vaticano para lograr sanciones en su caso.
En el caso de esta denunciante, prepara acciones civiles contra Zamorano, pero también contra el sacerdote Manuel Alvarado.