A contar de este viernes, se cumplen 35 jornadas de movilización de los trabajadores eventuales del Terminal Pacífico Sur (TPS) de Valparaíso, quienes amenazan con radicalizar sus medidas de presión y elevar las protestas a nivel nacional ante la intransigencia que -acusan- han recibido de parte de la concesionaria de Utramar.

Durante el jueves, una de las advertencias de los trabajadores fue que de no mediar pronta solución a sus exigencias, el conflicto podría escalar a nivel nacional.

De hecho, el asesor de la Unión Portuaria de Chile, Gonzalo Díaz, admitió esa posibilidad, pero puso su esperanza en la elaboración de un acuerdo fructífero.

“Señor Von Appen, si no quiere ayudar en la solución del conflicto, mejor guarde silencio, hágalo por Valparaíso”
- Jorge Sharp, alcalde de Valparaíso.

Para evitar dicho escenario, los representantes de los trabajadores discutieron una solución al conflicto junto con la Empresa Portuaria Valparaíso -la estatal que entrega las concesiones de operación del puerto-, tras un encuentro que se extendió por más de 12 horas y que terminó pasada la medianoche de este viernes.

De acuerdo al vocero del Sindicato de Estibadores Eventuales, Pablo Klimpel, en las conversaciones consiguieron una propuesta que “está mejor en varios aspectos”, la cual se espera sea sometida a votación por las bases. Tras el encuentro decidieron reunirse durante la madrugada para la votación de los trabajadores, aunque -al cierre de este artículo- aún no se había zanjado el asunto.

El dirigente evitó entregar detalles para honrar su compromiso de comunicar primero a los trabajadores los detalles de la oferta, antes de ventilarlos por la prensa.

Negacionismo portuario

De momento, la empresa se encuentra en conflicto laboral con tres sindicatos de trabajadores: Uniport, Sudemp y Estibadores. Pero la compañía ayer expresó su postura y remarcó que para ellos no existe paro portuario, ya que actualmente operan de manera normal el Terminal Pacífico Sur.

Desde el 28 de noviembre, cuando se desbloquearon los accesos al puerto, se ha atendido a 13 naves que embarcaron y desembarcaron cerca de 13 mil contenedores, detalló el gerente general, Oliver Weinreich.

Klimpel, previo a la reunión en el sindicato de esta madrugada, dejó en evidencia que las conversaciones con TPS sólo se están llevando por medio del Gobierno, ya que los trabajadores no han tenido acceso directo a contactarse con la compañía.

La estrategia va en línea con la postura expresada el miércoles por el presidente de Ultramar, Richard Von Appen, quien lejos de avanzar en el diálogo, desestimó las acusaciones de intransingencia de parte de la compañía y calificó como un “regalo” los ofrecimientos realizados para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores movilizados.

Klimpel lamentó la actitud de su contraparte. “Eso es un préstamo. No sé dónde está el regalo o en qué lugar lo tiene escondido”, aseguró.

Pese a lo anterior, el alcalde de Valparaíso Jorge Sharp, remarcó que el Gobierno debe redoblar esfuerzos para intentar destrabar el conflicto y respondió al presidente de Ultramar. “Señor Von Appen, si no quiere ayudar en la solución del conflicto, mejor guarde silencio, hágalo por Valparaíso”, le espetó.

Propuesta insuficiente

Los beneficios totales que contenía el documento generado por el Gobierno, en representación de la empresa -y rechazado por los trabajadores- contenía beneficios por un total 1,3 millones de pesos.

En él se incluía un préstamo blando por 550 mil pesos, que sería descontado por planilla, una giftcard por 250 mil pesos, un aguinaldo de 75 mil pesos y una canasta de víveres.

Junto a ello, el Gobierno comprometió un curso de capacitación que incluía un bono por 350 mil pesos al comienzo del curso y otro por 100 mil pesos una vez finalizado. Pero dicha propuesta fue rechazada por unanimidad.

ARCHIVO | Agencia UNO
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“Esto no es anormal”

El presidente de la Sociedad de Fomento Fabril, Bernardo Larraín Matte, defendió la modalidad de trabajo “eventual”, condenó los hechos de violencia ocurridos en el puerto y acusó que bajo ese escenario es imposible generar diálogo.

En concreto, afirmó que en la industria chilena rige una “modalidad eventual que tienen todos los puertos del mundo. Esto no es anormal”, sostuvo. Incluso fue más allá e insistió en que “la modalidad eventual no es sinónimo de precariedad, porque los términos de trabajo de la modalidad eventual se pactan a través de convenios de prestación de puestos de trabajo que son negociados por sindicatos y que, por lo tanto, no puede calificarse esa modalidad como sinónimo de precaridad”.

Por el contrario, Julio Castillo, presidente de la Unión Portuaria Centro, entregó su respaldo a lo que está realizando el movimiento de trabajadores portuarios eventuales, y apuntó sus críticas a los dirigentes históricos del Puerto de Valparaíso, quienes -en su opinión- son los grandes responsables de la precarización laboral.