A las 8:05 horas de esta mañana ingresó Dorothy Pérez al edificio de la Contraloría General de la República, ubicado en Teatinos 56, tras cien días alejada del cargo por orden del contralor Jorge Bermúdez, que la removió el 22 de agosto pasado por una supuesta pérdida de confianza, decisión que el viernes la Corte Suprema consideró ilegal y arbitraria.
La abogada tuvo que trasladarse al séptimo piso del edificio, luego de retirar sus pertenencias desde la oficina que ocupaba en el noveno y que se encontraba sellada por orden judicial.
El fallo del viernes concluyó que el contralor debió abrir un juicio de amovilidad contra la alta funcionaria por tratarse de un juez de cuentas, remoción que para ser efectiva debió ser cursada por el Presidente de la república.
Por lo anterior, Pérez regresó solo a cumplir labores como juez de cuentas, sin ninguna delegación extra por orden del contralor.
Incluso esta decisión aparece publicada por el Diario Oficial, donde Bermúdez le retiró las delegaciones a la reemplazante de Pérez, Soledad Frindt.
Fuentes consultadas por Radio Bío Bío confirmaron que Bermúdez se reunió con Pérez, junto a dos ministros de fe, cita en que la notificó de su nuevo estatus como jueza de cuentas y subrogante en su puesto.
Antes de ingresar al edificio, la subcontralora saludó a los periodistas. Además de su cartera, portaba una bolsa roja con lunares blancos, donde traía un regalo para su secretaria Sandra.
Las mismas fuentes indicaron que al contrario de su jefe, los funcionarios la recibieron con un cálido saludo, donde hubo abrazos y muchos se emocionaron.
Desde el 23 de agosto y hasta el fallo de la Tercera Corte Suprema, el cargo de subcontralora lo ocupó la jefa del Comité de Finanzas Públicas, Soledad Frindt, quien hoy retornará a esa función en la Contraloría.