Para efectos de este artículo, al ser menor de edad, la llamaremos Javiera, aunque su nombre no debería importar. Vive en el sector rural de Apalta en Santa Cruz, región de O’Higgins, y su enseñanza básica la terminó con un promedio 6,7.
Desde su comunidad, donde las oportunidades no abundan, mira con esperanza la opción educativa que ofrece el centro de la ciudad. En el liceo politécnico, o en el científico humanista, está puesto su entusiasmo y el de su familia. Allí, en Santa Cruz le espera la formación para el mundo laboral, o la mejor preparación para extender sus estudios. Un futuro prometedor que Javiera se ha ganado. Meritocracia, es el manoseado concepto que debería aplicarle.
Sin embargo, el nuevo sistema de admisión escolar, lo que algunos bautizaron como la “tómbola”, ha dicho otra cosa. Con esta nueva fórmula, su matrícula fue rechazada en las instituciones que eran de su preferencia y su estudios tendrán que continuar en Nancagua, una comuna rural aledaña a Santa Cruz. Ahora, sus padres tendrán que sumar gastos adicionales en traslado, pagando a diario dos movilizaciones para que Javiera llegue al colegio, con lo que reste de entusiasmo, a un recinto que no satisface sus sueños.
Matrículas 2019: “La ‘tómbola’ está matando a muchas familias rurales”
El anterior, sólo es uno de los muchos casos que denunció a BioBioChile el alcalde de Santa Cruz, William Arévalo, sobre los daños que está provocando la ley de inclusión escolar en la región de O’Higgins, y -conforme su visión- en las zonas rurales del país.
“Somos una comuna de servicio. Desde el municipio de Santa Cruz le damos educación y salud a otras quince comunas más, del entorno, del perímetro. Y esa es una realidad que vemos replicada en otras ciudades, no sólo en la mía”, dijo el alcalde.
“Muchos alumnos con excelente nivel educacional pasan a la media sin matrículas, se los saca luego de su cotidianidad, de su núcleo. Teniendo yo una inversión enorme para tener muy buenas instituciones que deberían ser aprovechadas por ellos. Les ha generado en muchos casos, no sólo frustración, si no que problemas de depresión”, agregó.
Arévalo, además, fue crítico con los números que entregó Mineduc del nuevo Sistema Admisión Escolar Aleatorio (SAE), conforme los cuales el 82% de los estudiantes que participó para el año académico 2019, quedó admitido en un establecimiento de sus tres primeras preferencias.
“Los números que está mostrando el Mineduc no reflejan la crisis que este sistema de admisión, más conocida como ‘la tómbola’ está generando en algunas comunas de Chile, principalmente las rurales. La realidad indica que alumnos de buen promedio hoy están sin colegio, o inscritos en establecimientos muy alejados, lo que implica altos costos para las familias”, lamentó.
Argumentos del Mineduc
Consultado por este medio, el subsecretario de Educación, Raúl Figueroa, recordó primero que “a este gobierno le correspondió implementar el sistema de admisión escolar diseñado y aprobado en el gobierno anterior en todas las regiones del país con excepción de la Metropolitana, lo que implicó un importante desafío que, desde el punto de vista de gestión, fue superado con éxito. Con todo, de la experiencia recogida es posible sacar conclusiones respecto de mejoras que el sistema requiere y que impulsaremos”.
“Una de ellas dice relación con la importancia que las familias otorgan al mérito académico como criterio de asignación de cupos en la enseñanza media, lo que el sistema actual no contempla”, agregó.
Es más, la autoridad reconoce la necesidad de revaluar la trascendencia que por ahora está teniendo el mérito del alumno. “Hoy, el mérito sólo puede considerarse en casos excepcionales y en forma transitoria. Como ministerio creemos que esta situación debe ser reconsiderada de manera de valorar el mérito con criterios de inclusión en el acceso a los establecimientos educacionales que cuenten con proyectos especiales de excelencia, ya sea por razones académicas, artísticas o deportivas”, detalló.
Luego, Raúl Figueroa adelantó que en el resto de los establecimientos estudiarán “los criterios de admisión vigente de manera de poder considerar condiciones más favorables para las familias. Un ejemplo es la asignación de dos o más niños que no siendo consanguíneos comparten el mismo hogar”.
En lo específico, respecto a la inscripción en establecimientos alejados, que se vincula directamente con la denuncia del alcalde de Santa Cruz, y el daño que el sistema está provocando en los sectores rurales, el subsecretario argumenta que “el sistema de admisión asigna un establecimiento de acuerdo a las preferencias indicadas por el apoderado. El sistema no asignará nunca un establecimiento al cual no se postuló”.
“Aquellos que rechazaron su establecimiento o bien no fueron asignados pueden volver a postular en el periodo complementario de postulación entre el 3 y 7 de diciembre a los establecimientos que aún cuenten con vacantes disponible”, culminó Figueroa.
Pero esa opción no aplicaría al mundo rural. En las grandes ciudades hay múltiples opciones de establecimientos, pero en las localidades más pequeñas o apartadas, ese abanico se reduce.
Por ello, las aclaraciones del Mineduc no dejan conforme al alcalde William Arévalo. Para empezar, recuerda que fue este gobierno el que aplazó la aplicación de la ley en la región Metropolitana, lo que reflejaría el conocimiento que tenían de sus imperfecciones.
“Las regiones fuimos conejillos de indias de un sistema que no está funcionando correctamente y que provoca desesperación en las familias”, sostuvo.
“Vengan a regiones para ver cómo funciona este proyecto. Los jefes comunales tenemos responsabilidades para nuestra gente, nuestros vecinos. Y hoy, que tengo matrículas y dinero para invertir en mis habitantes, tengo que enfrentar que mis alumnos podrían irse a la fuerza a estudiar a un lugar donde no quieren”, advirtió.
Respecto de que los alumnos sean asignados a las opciones que ellos mismos eligieron, Arévalo indica que “cada uno postula a segundas opciones, pero acá muchas veces no saben siquiera a cuál postular, porque no las conocen. Si se te acaban las dos opciones de tu comuna, te obligan a mirar al lado”.
“El tema de la demanda es distinto según el territorio, hay sectores con demanda a la baja, y otros que tenemos demanda a la alza, pero el problema es que la ley es genérica y rígida para todo lugar, no considera las necesidades de cada uno. Y eso pasa cuando haces una ley detrás de un escritorio y te dejas mandar por números y no por realidades”, concluyó el alcalde de Santa Cruz.