Este martes debería retornar a Chile un grupo de compatriotas que reside en Venezuela y que desea abandonar dicho país, a raíz de la crisis humanitaria por la que atraviesa.
Según consigna La Tercera, los chilenos serán recogidos por el mismo avión de la FACh que saldrá la mañana del lunes con 175 ciudadanos haitianos que desean volver a su país, en el marco del denominado Plan humanitario de Regreso Ordenado, programa impulsado por el gobierno que ya trasladó 160 personas a la isla a mediados de este mes.
Pese a que aún no está claro quiénes ni cuántos chilenos saldrán de Venezuela, el pasado 12 de noviembre se anunció que al menos 211 personas manifestaron su deseo de regresar a suelo nacional.
“Estoy en condiciones de confirmar que un avión de la FACh traerá a un grupo importante de chilenos que están en Venezuela, (…) debido a las graves dificultades que enfrentan para vivir ahí, quieren regresar a nuestro país”, confirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, a El Mercurio la semana pasada.
En esa línea, el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, dijo ayer sábado a La Tercera que “si todo sale de acuerdo a lo planificado, el avión que sale el día lunes hacia Haití, pasa el lunes en la tarde de regreso a Caracas y de Caracas llegaría a Santiago el día martes en la mañana”.
“Con eso se va logrando un objetivo, que la política migratoria sea productiva, y si hoy día hay compatriotas que en Venezuela están pasándolo mal, corresponde que el gobierno de Chile de respuesta a esa necesidad”, añadió el subsecretario, según recoge el matutino.
Nueve años
En tanto -tal como ocurrió con el primer grupo que fue llevado a Puerto Príncipe-, los migrantes que decidan retornar a la isla no podrán volver a Chile en los próximos nueve años, de acuerdo a los requerimientos del plan del Ejecutivo.
Esto ha sido criticado por diversos sectores, entre ellos la Organización Sociocultural de los haitianos en Chile (Oschec), quienes en octubre de este año ya miraban con preocupación el programa.
El representante de dicha agrupación, Line François, sostuvo entonces que la medida podría tratarse de “una forma de deportación, no de buena voluntad”.