Raúl Ávila está en el centro de la polémica. El efectivo del GOPE admitió haber cortado con una tijera la tarjeta de memoria de la cámara GoPro que registró el procedimiento -y el momento exacto- en que el comunero Camilo Catrillanca recibió un disparo en la cabeza el miércoles pasado.
Los primeros indicios los entregó al Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) el adolescente de 15 años que iba junto al fallecido a bordo del tractor en que se encontraron con Carabineros. “Cuando dimos vuelta avanzamos hacia delante y carabineros dispara: estábamos de espalda. Había uno de ellos con cámara. Él fue que disparó”, acusó.
El funcionario habría señalado que lo hizo para evitar que fuera conocida otra información de carácter audiovisual que no detalló ante el Ministerio Público. Porno, videos privados o lo que sea, el asunto es que la conducta del funcionario policial implicó alteración de pruebas que pudieron dar luces de cómo ocurrió la intervención policial que terminó con la muerte del comunero.
Y la incógnita que persiste es sencilla: ¿existe alguna forma de recuperar la información de esa tarjeta destruida?
El académico Dagmar Pearce, director de Ingeniería Civil Informática de la Universidad San Sebastián, aseguró a BioBioChile que las cámaras GoPro en cuestión usan tarjetas microSD. “Si tu tomas la tarjeta y la cortas por la mitad, es difícil reconstituirla, porque se estaría borrando la información”.
Eso sí, admitió que existe una opción remota de recuperar el registro, mediante “una reconstitución forense, en la cual se pueda empezar a unir ciertas partes”. Aunque remarcó que no existe la tecnología suficiente en Chile para realizar dicho procedimiento.
“Depende cómo la cortes, si cortas sólo las esquinas, pero yo creo que la cortaron por la mitad”, advirtió.
Asimismo, explicó que las opciones -que bajo cualquier escenario son escasas- dependen del tipo de fisura. “Si tu la cortas con cuchillo cartonero, que es mucho más fino, tendría muchas más posibilidades de poder hacer algo”, sostuvo.
“Mientras más gruesa sea la tijera, peor todavía, porque hay una destrucción en los costados”. Si la destrucción es grande, no hay nada que hacer, e incluso las chances dependen del formato en que fue grabado el video.
En resumen, la calidad del material a recuperar -en el mejor de los casos- sería parcial, debido a que existió una destrucción física.