México negó la petición de extraditar a Chile al exmiembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Raúl Escobar Poblete, por su participación en el secuestro de Cristián Edwards Del Río, hijo de Agustín Edwards Eastman, exdueño de El Mercurio.
La Dirección de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Relaciones Exteriores ofició por escrito a la justicia local para informar que “la autoridad judicial mexicana no autorizó a librar la orden de detención respectiva por estimar que el delito invocado se encuentra prescrito, consignó La Tercera.
Edwards hijo estuvo entre el 9 de septiembre de 1991 y el 1 de febrero de 1992 en manos de la guerrilla nacida en la dictadura de Augusto Pinochet.
El “comandante Emilio”, quien también es uno de los autores del crimen del senador Jaime Guzmán, fue detenido el viernes 09 junio de 2017 en México, tras lo cual la Corte de Apelaciones de Santiago emitió una orden de detención en su contra.
Ese caso constituye la segunda causa por la cual las autoridades nacionales buscan traerlo de vuelta a Chile para juzgarlo, aunque el exguerrillero también tuvo que ver en las muertes del coronel de carabineros, Luis Fontaine; y del sargento de Ejército, Víctor Valenzuela Montecinos; en 1990.
En esa línea, el 30 de junio de 2017, la Corte Suprema, de la mano del ministro en visita, Mario Carroza, emitió la solicitud de extradición por el procesamiento como autor de “atentado terrorista contra autoridad con resultado de muerte”, en relación al deceso del fundador de la UDI.
Pero Escobar no actuó solo: Ricardo Palma Salamanca también llegó hasta el campus oriente de la Universidad Católica ese 1 de abril de 1991 para acribillar al legislador, pero Francia también negó su extradición y le dio asilo político, lo que generó la furia de la derecha y del partido en cuestión.
Escobar fue arrestado por la policía mexicana en la localidad de San Miguel de Allende, en el estado de Guanajuato, donde se identificaba como Ramón Guerra Valencia.
En aquel lugar se le acusó de haber liderado una agrupación dedicada a cometer secuestros, motivos por los cuales su expareja, Isabel Mazarro, fue detenida en España, en octubre de 2017.
Entre sus métodos de tortura se encontraban el corte de dedos y el atormentar a sus víctimas encerrándolas en ataúdes con música fuerte, con el objetivo de recibir cuantiosas sumas de dinero como rescate.