Luego de varios años en el anonimato tras escapar de la cárcel donde purgaba una condena perpetua por el asesinato de Jaime Guzmán, sindicado como el ideólogo de la dictadura de Pinochet, el exfrentista Ricardo Palma Salamanca recibió asilo en Francia el viernes pasado.
Rápidamente, la determinación desató la ira de la UDI y toda la derecha chilena.
“Después de más de 26 años de persecución, hoy podemos respirar tranquilos”, dijo Palma Salamanca en una carta, luego que Francia le otorgó asilo político. La decisión, que fue duramente criticada por el Gobierno y Chile Vamos, quienes exigen la extradición del exguerrillero miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), conocido por haber tratado asesinar a Augusto Pinochet en 1986.
Francia anunció que el asilo otorgado la semana pasada por la Oficina Francesa de Protección de los Derechos de Refugiados y Apátridas (OFPRA) es una decisión tomada con “total independencia”. Pese a ello, el presidente Piñera envió una carta a su par francés Emmanuel Macron para pedirle que “intermedie” para revocar el refugio.
Según las autoridades chilenas, el asilo otorgado a Palma Salamanca -que también beneficia a su familia- podría entorpecer la solicitud de extradición enviada por Chile en febrero de este año, y que la Corte de Apelaciones de París tiene previsto analizar el próximo 12 de diciembre.
“La decisión adoptada por la OPFRA no influye en el tribunal, que es libre y soberano”, remarcó Jean-Pierre Mignard, abogado del exfrentista.
Golpe al corazón del gremialismo
Con apenas 22 años, Ricardo Palma Salamanca alcanzó notoriedad tras asesinar a tiros al entonces senador Jaime Guzmán en 1991, recién restablecida la democracia tras 17 años de dictadura.
Guzmán era en ese entonces -y en la actualidad también- considerado el principal ideólogo de la dictadura y máximo líder de la derecha que respaldó a Pinochet, en cuyo régimen unas 3.200 personas fueron asesinadas o desaparecidas.
Bajo los alias de “El negro” y “Rafael”, Palma Salamanca asestó otros duros golpes a la derecha pinochetista asesinando al menos a otros tres militares retirados del régimen, entre ellos a un guardaespaldas del dictador.
Posteriormente, también secuestró a Cristián Edwards del Río, hijo del dueño del diario El Mercurio.
En 1992, la policía chilena detuvo a Palma Salamanca y fue condenado por la justicia chilena a cadena perpetua, que cumplía en un penal de máxima seguridad de Santiago, en el que también estaban encarcelados otros miembros del FPMR.
Huida cinematográfica
Cuatro años después de su detención, Palma Salamanca y otros dos miembros del FPMR protagonizaron una cinematográfica huída cuando un helicóptero los recogió en el patio de la cárcel en la que cumplían sus condenas, en medio de la incredulidad de los gendarmes que los custodiaban.
Palma Salamanca desapareció sin dejar rastro y se convirtió en una de las personas más buscadas por la policía chilena. De su vida en clandestinidad, sólo se conocen unas cartas que envió a su madre y dos libros que escribió: “El gran rescate”, donde detalla la fuga, y “Una larga cola de acero”, en la que cuenta la historia del FPMR.
El operativo de rescate fue ideado por Raúl Escobar Poblete, amigo cercano y compañero en el FPMR de Palma Salamanca. Escobar, alias “comandante Emilio”, escapó de la dictadura y se instaló en México, donde las autoridades chilenas creen que Palma Salamanca vivió todos estos años.
El primer rastro
Tras 20 años de silencio sobre su paradero, la policía mexicana detuvo en marzo de 2017 a Raúl Escobar, acusado de ser parte de un grupo de secuestradores del que también habría sido parte “El negro”.
Mientras Escobar estaba detenido en México y Chile solicitaba su extradición, Ricardo Palma Salamanca logró huir junto a su pareja Silvia Brzovic. Tras dejar México se habrían dirigido a Cuba, desde donde lograron viajar hasta Francia.
En febrero pasado, la policía antiterrorista francesa detuvo a Palma Salamanca en París en respuesta a una orden de captura internacional emitida por Chile. Pero la justicia francesa otorgó al exfrentista, hoy de 49 años, libertad provisional y el beneficio del asilo, a la espera de la decisión sobre su extradición a Chile.
Chile sube el tono contra Francia
La confirmación de su asilo el viernes pasado tensionó rápidamente la relación entre Chile y Francia. La cancillería chilena elevó este martes el tono contra el gobierno galo a raíz de la polémica, y -por medio de un comunicado- salió al paso de unas declaraciones del portavoz del Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores de Francia, en las que justifica la concesión del asilo por la Oficina Francesa de Protección de los Derechos de Refugiados y Apátridas (OFPRA), al asegurar que este caso “lleva a la historia de Chile bajo la dictadura”.
La cancillería chilena respondió que el asesinato de Jaime Guzmán se produjo el 1 de abril de 1991, lo que llevó a un juicio “ajustado a derecho” e “independiente”, en el que el tribunal condenó a Palma Salamanca por su “participación en calidad de autor material del delito de atentado terrorista”, que acabó con la vida del entonces senador y cuya sentencia se anunció el 27 de enero de 1994, casi cuatro años después de la reinstalación de la democracia. A ello se sumó una condena como coautor del secuestro de Cristián Edwards del Río, hijo del propietario del diario El Mercurio, ocurrido el 9 de septiembre de 1991.
“Tanto los hechos criminales perpetrados por el señor Palma Salamanca como su posterior enjuiciamiento y condena, tuvieron lugar una vez restablecido el orden democrático en Chile” en marzo de 1990, remarcó la cancillería.