Ayer, en cadena nacional de radio y televisión el presidente Sebastián Piñera presentó al país su reforma a las pensiones, iniciativa que él mismo tildó como el mega proyecto de su gobierno.
Reforma que tiene cinco puntos fundamentales y que promete, una vez en régimen, aumentar el monto de las jubilaciones en un 40%.
El primero de estos puntos busca acrecentar el ahorro previsional de los trabajadores, mediante el aporte adicional y mensual del 4% del sueldo de cada uno de ellos, platas que saldrán desde los bolsillos de los empleadores.
Para ello se fijará una gradualidad, no explicitada por ahora, pero que según explicó el Presidente, no afectará la capacidad de crear nuevos empleos.
El segundo punto busca fortalecer el actual Pilar Solidario, para lo cual se propone que crezca gradualmente hasta el 40%, pasando en la actualidad del 0,8% a un 1,12% del PIB. Esto tendrá un incremento del gasto público cercano a los USD 1.000 millones, dineros que saldrán del aporte directo del Estado.
Con esta medida, indicó Piñera Echenique, si es aprobado se mejorará inmediatamente la Pensión Básica Solidaria y el Aporte Previsional Solidario en un 10%, y estos continuarán creciendo en función de la edad del pensionado, hasta un 50% a la Pensión Básica Solidaria y hasta más de un 70% el Aporte Previsional Solidario en régimen.
El tercer punto es que el Estado entregará recursos adicionales para financiar un nuevo aporte a los pensionados de la clase media que superen un mínimo de cotizaciones, y que será creciente con los años de cotización de cada trabajador, con ello, se entiende que todo el proyecto en sí le costará al país unos 3.500 millones de dólares.
Lo anterior, está anexado al cuarto punto puesto que el aporte adicional a pensionados de clase media será aún mayor para las mujeres, de forma de compensar parcialmente su menor participación en la fuerza de trabajo y sus menores salarios, sostuvo el presidente.
El quinto aspecto de su propuesta, apunta a premiar a mujeres de 60 años y hombres mayores de 65 que incrementen de manera voluntaria su permanencia en el mundo del trabajo.
Nuevos actores
Mega reforma previsional, como la ha llamado el jefe de Estado, que incluye abrir la puerta a que otras instituciones puedan administrar ese 4% y para que este dinero no llegue obligatoriamente a las actuales compañías.
“Esta reforma previsional aumentará también las opciones de los trabajadores, para que puedan elegir libremente quien administra este 4% adicional, a través de la creación de nuevas instituciones que podrán ser con o sin retiro de utilidades, y también podrán ser formadas por filiales de cajas de compensación cooperativas de ahorro y crédito, administradoras generales de fondos, AFPs, compañías de seguros, etcétera”, dijo el Presidente.
Punto que generó de inmediato reacciones. El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, en entrevista con nuestro medio asociado CNN Chile, reconoció que puede eventualmente una casa bancaria entrar ahora al negocio de la administración de fondos de pensión.
“Estaría autorizado y tendría que crearse una filial de giro exclusivo para este efecto, porque estamos hablando de administrar las pensiones de los chilenos. Podría el BancoEstado a través de la administradora general de fondos, crear una filial de giro exclusivo para administrar, esa es la forma cómo podría ser y podría entrar a competir”, explicó.
Sujeto a cambios políticos
El proyecto del Gobierno, de todas formas -según ha explicado- puede en el trámite legislativo sufrir cambios, como por ejemplo que no sólo el 4% sea administrado por otras entidades, sino el 14% total, es decir que las AFPs terminen compitiendo con otras instituciones.
El apoyo político que desde ya preocupa a La Moneda, especialmente por no tener mayoría en el Congreso, por lo cual el fortalecimiento del pilar solidario se vuelve clave para concitar apoyos, tal como lo refrendó la vocera, Cecilia Pérez.
“Decirle que no a este proyecto, cerrarle la puerta de un portazo, cuando nosotros tenemos toda la disponibilidad a poder mejorarlo en conjunto con el Parlamento, es darle la espalda a los actuales pensionados y a los pensionados que se vienen”, señaló.
El oficialismo, como es de esperar tras el anuncio, entregó su respaldo a la iniciativa gubernamental. La presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, apeló a la “buena voluntad” para el trámite de la iniciativa.
“Acá todos tenemos conciencia de que hay una gran mayoría de chilenos que está recibiendo pensiones que no se condicen con el esfuerzo que hicieron durante toda su vida, por lo tanto espero que haya buena voluntad para tramitar el proyecto y no haya el obstruccionismo que hemos visto en proyectos anteriores”, indicó.
Al presidente del Senado, el socialista Carlos Montes, le pareció bien que se incluyera fortalecer las pensiones del pilar solidario, pese a que dijo todavía no conocen el proyecto que a todas luces es más de lo mismo.
“Hay que estudiarlo con más antecedentes. Parece que no cambia la lógica del sistema de AFPs, no asegura pensiones mayores, no es un sistema de seguridad social al parecer. Nos preocupa el destino de los recursos y la transparencia de las decisiones. Hay que estudiar el proyecto propiamente tal”, sostuvo.
El diputado DC, Raúl Soto, recalcó que “el problema es que no se está innovando en nada respecto de la actual regulación existente en materia de administradoras de fondos de pensiones y finalmente se está abriendo el escenario, el mercado y por lo tanto también el negocio, a otro tipo de estructuras empresariales”.
Punto que también reforzó el coordinador nacional del movimiento de trabajadores No + AFP, Luis Mesina, quien sostuvo que los aumentos serán todavía bajos para las demandas de la población.
“Uno podrá hacer mucha retórica, decorar muy bien la presentación con el llamado a la unidad y el cuidado de los ancianos, pero el problema es que si uno dice que va a haber una gradualidad también en el pilar solidario, en el famoso 40%, uno se pregunta, bueno ¿cuánto va a subir realmente? porque recordemos que la pensión básica solidaria está en 107 mil pesos, que es bastante baja”, advirtió.
El presidente de la Asociación de AFPs de Chile, Andrés Santa Cruz, si bien resaltó que el proyecto del Gobierno apunta a la capitalización individual, cuestionó que el aumento de ese fondo no haya contemplado dentro de su gradualidad un 9%, es decir llegar al 19% como recomiendan organismos internacionales.
“Creemos que no es suficiente que la tasa de cotización aumente solo a 14%, pues esta debería acercarse mucho más al promedio de 19% que aportan los países de la OCDE. Si bien valoramos los incentivos anunciados para postergar la edad de jubilación, creemos que este es un debate que Chile no debe soslayar”, precisó.
Para hoy se espera que el presidente, con los ministros de Hacienda, Felipe Larraín, y el titular del Trabajo, Nicolás Monckeberg, entreguen más detalles del proyecto en La Moneda.
Sebastián Piñera cumple así con su promesa de reformar el sistema de pensiones instaurado por la dictadura de Augusto Pinochet y diseñado por su hermano, José Piñera, al que sólo contribuye con un 10% el empleado y que en promedio produce rentas en torno a los 274 mil pesos mensuales para los 2,8 millones de pensionados del país.