Desde el Senado despacharon a la Cámara el proyecto de prevención y cuidado de embarazo adolescente. Previamente, oposición y oficialismo libraron una discusión sobre aspectos fundamentales de la iniciativa, como la preferencia de los padres en la educación de esta índole y la enseñanza de esta materia en establecimientos educacionales.
La iniciativa establece, respecto de los adolescentes, que “se deberá reconocer su capacidad de decidir y resolver respecto de su sexualidad y reproducción”, a lo que los oficialistas propusieron añadir que se debe respetar el “derecho preferente de los padres”. Fue rechazado con 19 votos.
Jacqueline van Rysselberghe, Juan Antonio Coloma, David Sandoval, José Durana e Iván Moreira, habían argumentado que no existe una independencia completa, además que no se entiende la creación de políticas públicas sin considerar a los progenitores.
Por el contrario, los senadores Carolina Goic, Guido Girardi, Rabindranath Quinteros, Adriana Muñoz y Ricardo Lagos Weber, respondieron que “si no damos espacio para que un joven vaya y le pregunte a un profesor calificado, sin que sus padres tengan que saber, no vamos a evitar embarazos adolescentes. Queremos propiciar espacios de confianza en la escuela y consultorios”.
Añadieron que los jóvenes no conversan de sexualidad con sus padres.
Asimismo, la instancia aprobó -por 25 votos contra 8- que se consideren planes de educación en afectividad y sexualidad desde el segundo nivel de transición, es decir, desde los 5 años.
“Responde a los nuevos tiempos con una concepción más amplia que considera, entre otros, el cuidado del cuerpo de los menores”, plantearon desde la oposición.
Van Rysselberghe, en tanto, replicó que “si se quiere abordar el evitar los abusos de menores, hagámoslo bien y no mezclemos”.
En la instancia, la ministra de la Mujer, Isabel Plá, destacó que contiene materias de suma importancia, “aun cuando ha disminuido el embarazo adolescente y estamos por debajo de la tasa de países de la OCDE, (…) su ocurrencia incide en las oportunidades de futuro, muy especialmente en las de las mujeres”.
¿Qué incluye el proyecto?
El proyecto, que será discutido en la Cámara de Diputados, dispone que los establecimientos de salud públicos o privados que prescriban o entreguen anticonceptivos a sus beneficiarios, deberán ofrecer siempre consejería en afectividad y salud sexual y reproductiva; además de regular el acceso gratuito a estos métodos.
Junto con ello, impone a los establecimientos educacionales de educación prebásica, básica y media el deber de elaborar e implementar planes de educación que consideren información sobre las implicancias y riesgos del inicio de la actividad sexual y medidas de prevención de enfermedades de transmisión sexual y del embarazo adolescente.