La próxima semana se podría conocer la sentencia para Fernando Candia y Felipe Osiadacz, chilenos presos en Malasia que están siendo investigados por la muerte de un travesti en un hotel de Kuala Lumpur.
De acuerdo a lo informado por T13, la fiscalía propuso a la defensa recalificar el delito, pasando de un homicidio en primer grado a homicidio culposo.
De este modo, según el artículo 304B del Código Penal en aquel país, la nueva figura establece que no tuvieron intención de terminar con la vida de la víctima, pero que sí conocían el riesgo de sus actos.
Con ello, la sanción llegaría a un máximo de 10 años de cárcel, por lo que la defensa está estudiando llegar a un acuerdo. Preliminarmente, las posiciones se acercarían.
Este viernes debía comparecer uno de los peritos forenses, sin embargo, el ente persecutor realizó la propuesta en medio de la audiencia.
De llegar a un acuerdo, el lunes o martes se dictaría sentencia. De lo contrario, el juicio continuaría su curso y se registrarían más declaraciones.
Asimismo, la defensa sostuvo que Felipe y Fernando son jóvenes tranquilos, que nunca tuvieron algún conflicto de este tipo en Chile, por lo que trataron de evitar la pelea en todo momento.
El medio también sostuvo, tras conversar con Candia y Osiadacz, que la víctima le había ofrecido servicios sexuales a uno de los jóvenes cuando volvía al hotel. Pese a que el nacional se negó, lo siguió y le pidió plata. Posteriormente, ocurrieron los hechos que derivaron en la muerte.
Además, contaron que durante su estadía en la cárcel se han dedicado a leer.
Descartaron relaciones sexuales
En una audiencia previa, cuando declaró el perito que analizó el sitio del suceso, se descartó alguna relación sexual de los chilenos con la víctima, desestimando teorías que apuntaban a un encuentro íntimo previo a los fatales hechos.
Entre las evidencias fueron exhibidos los zapatos rojo de taco alto del travesti que murió a raíz del hecho discutido, su polera roja, ropa interior, y la cartera que llevaba aquella madrugada.
También se mostraron en la corte los siete trozos del espejo roto producto de los incidentes. Del mismo modo, la polera de color morado que vestía Felipe, completamente rajada producto de la pelea con quien figura como víctima de esta investigación.
Ambos chilenos se encuentran privados de libertad desde agosto de 2017, cuando fueron enviados a la cárcel por estos hechos.