La agenda judicial ligada a los casos de abusos al interior de la Iglesia Católica tuvo varios movimientos el jueves. En concreto, se resume en tres tiempos: Precht ganó su batalla en la Corte Suprema; el arzobispado envió un exhorto al Vaticano para conocer detalles de los abusos cometidos por Fernando Karadima; y, para cerrar el día, uno de los cercanos al expárroco de El Bosque, el obispo emérito Juan Barros, prestó declaración ante Fiscalía.
La diligencia ante el Ministerio Público fue extensa. Declaró como imputado por más de 3 horas y media por la investigación del presunto encubrimiento de delitos sexuales cometidos, en 1997, por el excapellán castrense, Pedro Quiroz.
El interrogatorio estuvo a cargo del persecutor jefe de la Fiscalía Metropolitana Sur, Raúl Guzmán, quien no descartó solicitar nuevamente la comparecencia de Barros, para recabar nuevos antecedentes.
Aunque el exobispo Barros aseguró que entregó todos los antecedentes que tiene en su poder y, de paso, negó haber participado de encubrimientos. “Le manifesté al señor fiscal lo que yo había podido conocer o desconocer y esperemos en Dios que salga todo bien y que la verdad vaya resplandeciendo”, dijo a su salida de la diligencia.
Tras ello, el vocero de los Laicos de Osorno, Juan Carlos Claret, aseguró que esta causa es un avance en la justicia, ya que miles de fieles se atrevieron a alzar la voz en contra de los abusos sexuales al interior de la iglesia, lo que -en su opinión- por fin estaría dando paso a que sean indagados sin privilegios.
“Es el comienzo del fin de un paradigma, porque hasta hace muy poco los obispos se sentían intocables. Se sentían impunes. Se sentían privilegiados. Y lo cierto es que hoy están siendo tratados igual que cualquier otro ciudadano. En las mismas condiciones”, recalcó.
Exhorto al Vaticano
El Arzobispado de Santiago, en tanto, solicitó a la Corte de Apelaciones enviar un exhorto a la Secretaría de Estado del Vaticano, pidiendo todos los antecedentes sobre posibles encubrimientos de los abusos sexuales cometidos por el expárroco de El Bosque, Fernando Karadima, como parte del trámite de la demanda civil contra la Iglesia -que le exige 450 millones de pesos- interpuesta por las víctimas.
“Esta petición busca contar con toda la información que ayude a esclarecer la verdad de los hechos. Hasta el momento, no se cuenta con ningún antecedente de encubrimiento en el proceso judicial, tal como ha sido ratificado por el fallo de primera instancia”, aseguró el representante del arzobispado, Nicolás Luco.
Aunque el abogado de las víctimas de Karadima, Juan Pablo Hermosilla, señaló que esto podría ser sólo una maniobra para ganar tiempo. “No logro entender bien por qué podrían estar haciendo esto, pero creo que están tratando de dilatar las cosas. En nuestra opinión, ya hay suficientes antecedentes con las pruebas rendidas en Chile, con las propias declaraciones de los cardenales Ezzati, Errázuriz para acreditar el encubrimiento”, aseguró.
Caso Maristas: Precht le dobla la mano al arzobispado
Durante la jornada, la Corte Suprema acogió el recurso de amparo presentado por Cristián Precht y calificó como ilegal la medida cautelar que el Arzobispado de Santiago ordenó al sacerdote, a quien le fijó domicilio en Santiago mientras se desarrolla una investigación previa por presuntos abusos sexuales en el caso Maristas.
En falló unánime, la sala penal del máximo tribunal del país revocó la decisión de la Corte de Apelaciones de Santiago, que en principio había rechazado el recurso de Precht.
Además, ordenó al Arzobispado de Santiago eliminar de su página web el comunicado donde se informan las medidas y que desista de cualquier acción cautelar en contra del religioso.
La medida no dejó conformes a las víctimas, quienes indicaron que con esto se intenta blanquear la imagen del exvicario de la Solidaridad.
“Es una locura, nos deja a todos con una sensación amarga de que podemos esperar de la justicia en Chile. Cristián Precht fue hallado culpable en la investigación canónica. Y en este momento está siendo juzgado. El está impedido de ejercer el sacerdocio. No es más que un intento por trata de lavar su imagen”, acusó el vocero de los afectados, Isaac Givovic.
Amenaza a la libertad personal
El Arzobispado de Santiago, más temprano, había reconocido que cometió un error al informar sobre la medida cautelar en contra del cura Precht, en una investigación previa en su contra, por presuntos abusos sexuales.
“Tal situación, desde un punto de vista jurídico, es constitutiva de un actuar ilícito por parte de la recurrida, que amenaza y perturba la libertad personal del amparado, por cuanto se ve expuesto a una orden -expresada en un medio público- que lo conmina perentoriamente a restringir su libre desplazamiento”, señaló el fallo de la Corte Suprema.
“Es capaz de generar en él un fundado temor de ser objeto de coerción, consistente en la imposición de graves sanciones morales en caso de incumplimiento, todo ello justificado en un comunicado que no tiene correlato con la investigación canónica que lo afecta y con las decisiones adoptadas a raíz de la misma”, añadió el texto.