La crisis en Quintero y Puchuncaví no se detiene. El sábado las autoridades bajaron la Alerta Amarilla tras los crudos episodios de contaminación y habían fijado el regreso a clases de los estudiantes para ayer martes.
Y aunque el lunes la Superintendencia de Medio Ambiente detectó emisiones de dióxido de azufre provenientes de Codelco Ventanas, que motivaron el cierre parcial de las faenas, la medida fue ratificada.
Pese a las alarmas, “en la última mesa técnica del lunes, todas las mediciones dieron baja o tendiente a cero”, aseguró la gobernadora de Valparaíso, María de Los Ángeles de la Paz.
Los estudiantes regresaron a clases y, tras unas horas en el aula, se volvió a repetir la historia: los alumnos presentaron síntomas similares al primer episodio de intoxicación ocurrido en agosto pasado.
Durante la jornada del martes, 99 personas (entre ellos muchos menores de edad) llegaron al servicio de Urgencias del hospital de Quintero y al Cesfam de Puchuncaví. Allí arribaron con mareos, náuseas y cosquilleos en las piernas, indicó la madre de uno de los afectados.
Bruno Ojeda, inspector del Liceo Politécnico de Quintero -el recinto educacional más afectado durante los dos primeros episodios de contaminación- informó que se reportaron al menos 12 ó 13 casos de estudiantes presumiblemente intoxicados: “Cuatro primero en la mañana con vómitos, tres fueron llevados en ambulancia y luego se llamó a apoderados para retirar otros alumnos”.
El intendente de Valparaíso, Jorge Martínez, en un intento por encontrar explicación al nuevo episodio, recalcó que para determinar el origen de los síntomas no están fiscalizando sólo empresas, “sino cualquier otra fuente. Desde el agua hasta las comidas de los colegios”.
Nueva Alerta Amarilla
Naturalmente, la situación dio paso a que se repusiera la Alerta Amarilla para Quintero y Puchuncaví. Durante la tarde del martes, un nuevo Comité Operativo Regional de Emergencia realizado en la zona tomó la determinación.
“Es un evento distinto, nuevo, que no fue detectado por los equipos de medición, a diferencia de la otra vez”, admitió el intendente Martínez.
“Nosotros sabemos que es un evento de intoxicación porque así lo han decretado y declarado los médicos especialistas que han atendido a las personas”, añadió.
En total, el episodio dejó cinco personas hospitalizadas. Tres en Quintero y dos en Viña del Mar.
De paso, con la Alerta Amarilla, las clases fueron suspendidas de manera indefinida en ambas localidades.
“Caiga quien caiga”
La ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, prometió que desde la cartera llegarán “hasta las últimas consecuencias para determinar a los culpables” de la emergencia ambiental.
“Vamos a tomar todas las medidas que nos faculta la ley para determinar las responsabilidades de lo sucedido, caiga quien caiga”, aseguró.
De paso, se justificó por la cancelación de la alerta anterior argumentando que todas las mediciones “demostraban que la calidad del aire era buena y que no había incrementos de los gases contaminantes”.
Tras el episodio, solicitó al superintendente de Medio Ambiente que antes de 48 horas le entregue los resultados de la investigación por los hechos de contaminación ocurridos el pasado 21 y 22 de agosto, sumado a una nueva indagatoria por lo sucedido este martes.
Comisión Investigadora
En tanto, el Congreso también ha decidido tomar medidas. De manera prácticamente unánime, por 102 votos a favor y solo una abstención, la Cámara de Diputados aprobó la creación de una Comisión Especial para investigar las causas y posibles responsabilidades de los últimos episodios ocurridos a raíz de la contaminación en las comunas de Quintero y Puchuncaví.
En concreto, la instancia parlamentaria espera revisar todas las decisiones tomadas sobre este tema por las actuales autoridades de Gobierno, tales como los ministros de Medio Ambiente y Salud, y a sus respectivos seremis.
Uno de los impulsores de esta comisión, el diputado DC Daniel Verdessi, explicó que esperan poder trazar el camino hacia una solución definitiva para la llamada “zona de sacrificio”.
En la práctica, la Comisión se fusionará con su homóloga que ya fue propuesta en agosto pasado por el diputado del Movimiento Autonomista Diego Ibáñez, que tenía por objetivo indagar en otro tema derivado del accionar de las empresas en el cordón industrial Quintero-Puchuncavi: el fallido plan de descontaminación objetado por la Contraloría.
Ibáñez espera que los antecedentes que pueda revelar la comisión puedan derivar en causas penales.
“Nos corresponde presionar políticamente para que se nos diga la verdad y desde ahí las acciones judiciales corresponden en el caso que existan empresas responsables”, explicó.
De paso, la comisión investigadora buscará también ampliar su radio de acción hacia lo que actualmente ocurre en otras zonas de sacrificio del país como Mejillones, Tocopilla y Coronel.