El Museo Británico de Londres recibió la carta que líderes de la comunidad rapanui enviaron buscando convencer al recinto para que éste devuelva los dos moáis que una tripulación británica robó desde la isla en 1868, confirmó el ministro de Bienes Nacionales, Felipe Ward.
Uno de ellos, el Hoa Hakananai’a, o “amigo perdido” en español, es particularmente especial para los isleños debido a su material y a lo que representa desde un punto de vista religioso y espiritual.
En su espalda, el monumento –hecho de basalto– tiene esculpidas figuras alusivas al culto del hombre pájaro y, previo al arribo de los británicos, éste cuidaba la aldea ceremonial de Orongo, ubicada en la cima del Rano Kau.
El otro moái, el Hava, también está en exposición en el museo y ha recorrido varias ciudades del Reino Unido desde 2011.
“Para nosotros es importante y simbólico que ambos moáis que actualmente están en su museo puedan retornar a su tierra y volver a cuidar a su gente”, reza parte de la carta enviada y firmada por el Consejo de Ancianos y el alcalde de Hanga Roa, consignó El Mercurio.
En el escrito, además, los líderes rapanui solicitaron que los reciban en una reunión en Londres.
De no poder concretar tal instancia, ofrecieron que representantes del museo visiten la isla para que vean in situ los planes de conservación que tienen en marcha, razón que en el pasado usaron para negarse a devolverlos, ya que no existían medidas en la materia.
¿El canje? De aceptar la idea y, efectivamente, devolver ambos moáis, en el escrito aseguraron que los mejores artesanos de la isla confeccionarán a mano otro monumento, con tallados especialmente hechos para el museo.
Los esfuerzos del Gobierno, que entregó su apoyo y comprometió gestiones en la solicitud, están enfocados en dos ámbitos: uno diplomático y otro relativo a tratativas directas entre la comunidad rapanui y el popular museo, quienes describieron al Hoa Hakananai’a como “lo más fotografiado” por parte de sus 6 millones de visitantes por año.
La polémica por la devolución de moáis no sólo afecta a Europa, otros países del viejo continente también tienen estructuras de este tipo, sino que también salpicó a Chile.
Monumentos de este tipo, en suelo continental, hay en el Museo Fonck de Viña del Mar, en el Museo Histórico Quinta Normal y la Biblioteca Nacional, en Santiago; y en el Museo Arqueológico de La Serena.
No obstante, el jefe comunal de esta última ciudad, Roberto Jacob, descartó de plano acceder a cualquier petición de este tipo, argumentando que fue una donación, que les pertenece y que no lo devolverán.
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