La mañana de este lunes, el presidente Sebastián Piñera firmó las indicaciones al proyecto de Ley que establece un nuevo financiamiento de las capacidades estratégicas de la Defensa Nacional, el que busca derogar la Ley Reservada del Cobre con la que se financian las Fuerzas Armadas (FFAA)

Desde el Palacio de La Moneda, en el Salón Montt Varas, el gobernante precisó que las indicaciones al proyecto ingresado en mayo de 2011, durante su primer gobierno, tienen por objetivo establecer un mecanismo más transparente y eficiente, con un control democrático “de los gastos y las inversiones” de estas instituciones.

Además, modificar la forma de financiamiento para que éste no dependa de una variable, como lo es el precio del cobre, la principal exportación del país.

En concreto, las indicaciones proponen un presupuesto a renovarse cada 4 años dentro de un plazo de 12, bajo el marco de la Política Nacional de Defensa, y 2.600 millones de dólares de saldos de la Ley Reservada del Cobre para financiar la primera partida.

Además de esa cifra, las indicaciones plantean la necesidad que la Ley de Presupuesto contemple un piso mínimo que garantice necesidades mínimas de la Defensa, calculado en base al 70% del monto promedio de gastos operacionales y de mantenimiento entre 2010 y 2017.

También, Piñera anunció que el proyecto debe contar con otro fondo de 1.000 millones de dólares que entreguen financiamiento para eventuales posibles conflictos bélicos y catástrofes naturales.

A todo lo anterior se suma la obligación que tendrá el titular del ministerio en cuestión para que, de forma reservada, presente una actualización del plan de inversiones de las capacidades estratégicas de la Defensa a ambas comisiones técnicas del Congreso, antes que éste debata el presupuesto de la nación.

Actualmente en segundo trámite constitucional en el Senado, Piñera sostuvo que las indicaciones a la medida vienen a perfeccionar este proyecto de Ley ante las deficiencias que tanto las autoridades como la ciudadanía han podido conocer del cómo se financian las FFAA.

Éstas, en su opinión, son el déficit de transparencia en asignaciones, la dependencia del fluctuante precio del cobre y la exclusión del Congreso a la hora de decidir la compra de material militar.