La Fiscalía detectó las identidades de unas 40 víctimas de abusos sexuales de sacerdotes en los archivos que decomisó la policía en junio pasado en los arzobispados de las ciudades de Santiago y Rancagua.
En el caso de la capital de la región de O’Higgins, el Ministerio Público ordenó la incautación de archivos de los Tribunales Eclesiásticos de ambas ciudades, y logró enterarse de casos de diferente gravedad que fueron denunciados por las víctimas a la Iglesia chilena, pero no al Ministerio Público.
Entre estos antecedentes recabados se descubrieron las identidades de 40 víctimas, un hecho relevante ya que podría permitir a la Fiscalía la investigación de estos casos “a fin de perseguir penalmente a los responsables de estos” abusos, indicaron fuentes judiciales a La Tercera.
Los casos datan del 2007 y se desprenden denuncias de abusos sexuales de religiosos contra personas menores y mayores.
El fiscal Emiliano Arias, de Rancagua, solicitó la semana pasada la detención del reconocido sacerdote y excanciller del arzobispado de Santiago, Oscar Muñoz, por abuso sexual y estupro de al menos cinco menores. Estos casos se encontraban entre los archivos decomisados a la iglesia chilena.
Muñoz está en prisión preventiva mientras se investigan las acusaciones en su contra por este nuevo escándalo que enloda a la Iglesia chilena, golpeada por decenas de casos de pederastia que involucran a religiosos, y por el encubrimiento de estos casos por parte de las jerarquías eclesiásticas locales.
Y en concreto, unos 113 sacerdotes han sido denunciados por abusos sexuales en los últimos 15 años, según datos de la Iglesia chilena.