La polémica en torno al escape de alrededor de 700 mil salmones no aptos para el consumo humano desde el centro Punta Redonda de la empresa Marine Harvest Chile en isla Huar, región de Los Lagos, generó serias críticas por parte de la organización meadioambientalista Greenpeace.
A través de un comunicado, la entidad calificó a los ejemplares que recorren el seno del Reloncaví como “una incontrolable plaga equivalente a 140 millones de ratones”.
Éstos, a su juicio, corresponderían a cerca de 2 toneladas de peces portando la cantidad de antibióticos que la salmonicultura de Noruega utilizaría en 4 años.
A lo anterior, aseguraron que estos salmones, en un año, “podrían comer el equivalente al consumo de pescados y mariscos de 230 mil chilenos” y que “se encargarán de depredar todo a su paso”.
Del total que se escapó tras un temporal que destruyó las jaulas del centro, sólo el 5,4% ha sido recuperado. “La cifra es un verdadero fracaso y demuestra la incapacidad que ha tenido la empresa para intentar reparar el enorme daño medio ambiental que ha generado”, indicó la coordinadora de océanos de Greenpeace, Estefanía González.
Pero pese a la emergencia que se vive en el sur, desde la organización lamentaron la falta de acciones en la materia.
“Parece que no hay una real dimensión del daño que se ha generado con este escape. En Estados Unidos, una fuga de 200 mil salmones selló la suerte de la salmonicultura en Washington y acá recién hemos conocido una denuncia interpuesta por Sernapesca en contra de la empresa”, señalaron.
“Estamos seguros que la reacción de las autoridades sería muy distinta si es que estos más de 140 millones de ratones anduvieran por las calles de Santiago y no bajo el agua en la región de Los Lagos”, criticó González.