El arzobispo de Malta, Charles Scicluna, ya se encuentra en Chile junto a monseñor Jordi Bertomeu para sustanciar una visita especial a la diócesis de Osorno, la cual fue -hasta hace unos días- liderada por el cuestionado y renunciado exobispo Juan Barros, acusado de encubrir los abusos perpetrados por Fernando Karadima.

Ya en suelo nacional, Scicluna se dirigió a la prensa y entregó detalles del que es su segundo viaje a Chile para investigar las denuncias de abusos, situación que ha azotado duramente a la Iglesia y que, incluso, empañó el viaje pastoral que el papa Francisco hizo a nuestro país en enero.

De esta forma, el prelado anunció que con su visita esperan, en primer lugar, “ser un signo de la cercanía del Papa con el pueblo y la Iglesia en Chile”.

Además, indicó que prestarán “ayuda técnica y jurídica concreta” para las curias diocesanas de Chile, con el objetivo que puedan “dar respuestas adecuadas a cada caso de abuso sexual de menores cometido por clérigos o religiosos”.

Finalmente, el arzobispo afirmó que este nuevo viaje tiene como tarea “manifestar la particular cercanía del Papa con la diócesis de Osorno y su querido pueblo”, ciudad a la cual el pontífice trató de “tonta” y de “zurda” en 2015, cuando la polémica por Barros y su cercanía con Karadima comenzaba a agravarse.