El autodenominado economista, Rafael Garay, rompió el silencio y habló desde la cárcel Anexo Capitán Yáber, donde cumple prisión preventiva tras ser reformalizado por presuntos delitos de apropiación indebida y estafa reiterada.

“Dije que estaba enfermo (en un mensaje), lo que era una mentira asquerosa, para encubrir que me iba a suicidar ese día, si hubiera funcionado esta conversación no tendría sentido, porque no existiría”, dijo el ingeniero comercial en entrevista con Mega.

Reconoce sus culpas. “Para sacar el eufemismo o la duda, es estafa. Estoy imputado por estafa, yo declaré y colaboré, por lo tanto he reconocido los ilícitos por lo tanto no podría ahora decir que no cometí una estafa; pero hay una larga cadena de sucesos que lleva a eso”, dijo Garay.

El imputado recordó el inicio de su empresa fundada en 2008, la que asegura “generó en periodos importantes utilidades, ganancias”, pero pasada su candidatura senatorial por Bío Bío Costa de 2013, comenzó la debacle.

“Cuando uno es candidato al Senado no se dedica a hacer asesorías, consultorías (…) y terminé muy desgastado y lo que empecé a hacer fue a usar plata del dinero que me habían prestado estas personas y que yo tenía la obligación de resguardar y de hacer crecer, y la empecé a gastar”, afirmó.

Consultado sobre en qué gastó el dinero, de acuerdo a su versión, en unos 4 años, $500 millones fueron destinados a consumo, $900 millones en compra de vehículos y otros $500 millones fueron gastos de viajes, alcohol y servicios.

“Aquí el único responsable de este desastre soy yo, el que malgastó la plata fui yo, el que no cumplió ante los clientes fui yo, y el que está querellado por 29 personas fui yo. Aquí no hay otra persona involucrada”, sostuvo enfático.

También asumió el problema que representó su adicción al alcohol: “Tomaba al día un litro de vodka, por lo menos. Soy más o menos metódico en las cosas que hago y yo todos los días lunes me abastecía para una semana y compraba una caja de nueve botellas de litro. Tomaba todo el día”.