La huelga de camioneros brasileños contra el aumento del precio del diésel comenzó a ceder este martes después de nueve días de bloqueos que paralizaron a la mayor economía de América Latina y sacudieron a su impopular gobierno.
Con menos protestas de camioneros en las carreteras y una mayor salida de gasolina desde las refinerías, los autobuses y transportes de mercancías iniciaron un lento regreso a las rutas, según describió la situación la Agence France-Presse.
Sin embargo, las movilizaciones no solo golpearon fuertemente a Brasil, sino también a empresas extranjeras, incluyendo algunas chilenas que tenían actividades en dicho país.
Específicamente, se trata de las firmas CMPC (del grupo Matte), Arauco (Angelini), Cencosud (Paulmann) y la aerolínea Latam según lo destacó El Mercurio.
En el caso de la CMPC, señalaron mediante un comunicado que debieron “detener la operación de la línea 1 de la planta de celulosa Guaiba”.
Esto último, a causa de “la falta de suministro de algunos insumos, principalmente combustible, así como a la dificultad de movimiento de mercaderías y de productos terminados, debido a los cortes en rutas y paralizaciones en puertos”.
La línea 2, en tanto, sería detenida por 72 horas, usando dicho tiempo en adelanar trabajos de mantención.
La forestal Arauco, en tanto, paralizó todas sus 4 plantas de producción de paneles y otra de resina por problemas de abastecimiento de insumos de producción.
Cencosud, por su parte, dijo estar “empezando a enfrentar falta de disponibilidad en algunas categorías” y Latam dijo estar experimentando problemas por la falta de combustible, junto a las demás aerolíneas que operan en Brasil.