Este viernes, un reportaje periodístico reveló que el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, no atendió una serie de denuncias que se realizaron, en la diócesis de dicho lugar, por abusos sexuales en contra de menores.
Según expuso T13, fueron denuncias contra el párroco de Paredones, Luis Rubio, para lo cual existieron pruebas.
Sin embargo, pese a que se le informó de la situación a Goic, este no creyó los hechos y no continuó el procedimiento.
La denuncia fue presentada por Elisa Fernández, perteneciente a la comunidad, pero en su momento fue rechazada.
Debido a lo anterior, la mujer se hizo pasar por una menor de 16 años y comenzó a mantener contacto con el párroco acusado: Luis Rubio.
Este último comenzó a enviarle fotos de índole sexual, incluyendo audios, todo lo cual fue guardado por la denunciante y entregado al obispo.
Sin embargo, Goic argumentó: “Yo siempre le pedí pruebas y ella (Fernández) nunca las trajo”.
Finalmente, en el reportaje encaran al párroco que llevó a cabo los abusos, quien sólo pudo decir: “Estoy muy avergonzado, no tengo palabras”.