A partir de este 16 de abril comenzó a regir el decreto presidencial que establece una visa consular de turismo simple para haitianos que quieran venir con fines de recreación -pero sin propósito de migración, residencia o actividad remunerada- la cual durará por 30 días.
En tanto, para los ciudadanos de ese país que quieran optar a la residencia, se pondrá en marcha una visa con fines humanitarios, la cual debe solicitarse en el Consulado Chileno en Haití y permitirá la residencia durante 12 meses.
Ese será el primer paso para una posible residencia definitiva, aunque comenzará a regir a partir del 2 de junio y, según explicaron desde el Gobierno, tendrá un límite.
En ese contexto, durante la mañana de este lunes, el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, se reunió con el director del Departamento de Extranjería de la PDI para analizar el inicio de la aplicación del polémico decreto.
El prefecto inspector, Víctor Nakada, jefe nacional de Extranjería y Policía Internacional de la institución, admitió que hasta las 10 horas de este lunes no ingresó ningún haitiano al país.
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Lo anterior, pese a que, antes de implementar la restricción, llegaban cerca de 400 ciudadanos de ese país centroamericano cada día.
Por su parte, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, confirmó que se han coordinado con Extranjería para fortalecer los servicios ante la explosiva demanda de regularizaciones de inmigrantes ilegales en el país.
Aquello comenzará a partir del próximo lunes, por lo que el director de Extranjería, Álvaro Bellolio, detalló que quienes quieran legalizar su situación deben iniciar los trámites en la gobernación provincial correspondiente, Chile Atiende o Extranjería.
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Así como inició este lunes la exigencia para los haitianos, también lo hará el requerimiento de visa de “Responsabilidad Democrática” para los venezolanos.
De este modo, el Ejecutivo enfrentará los cambios a la política migratoria desde esos dos países a través de decretos presidenciales, mientras los cambios generales al sistema los tramitará mediante el ingreso de una serie de indicaciones al proyecto que ya se está discutiendo en el Congreso.