Esta mañana se realizó la segunda jornada de alegatos orales ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, la cual duró tres horas, igual que ayer lunes.
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En la ocasión nuevamente Bolivia expuso sus argumentos. Antonio Remiro Brotons, quien abrió sesión, explicó que “esta mañana Bolivia tiene la intención de detallar las obligaciones que tiene Chile de negociar con Bolivia, plasmados en fuentes posteriores al Tratado de 1904″.
El jurista argumentó que durante la dictadura existía la intención de negociar. “Pinochet reconoce que Chile a través de un proceso de negociación cedería costa a marítima a Bolivia”, manifestó.
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Brotons detalló un intercambio de notas que datan de 1950, en las cuales se negociaba. “Bolivia emitió una propuesta y Chile una contrapropuesta, la que no tuvo respuesta. No hubo acuerdo”, sostuvo.
“Si aceptamos lo que dice Chile, no existiría ningún acuerdo jurídico con Bolivia. No hay nada ambiguo, Chile se compromete a negociar plenamente”, profundizó.
Posteriormente afirmó que en 1962 hubo un desconocimiento de esos compromisos, lo que contradice la actitud de años anteriores y los documentos enviados. “Las notas de Chile son claras: satisfacer la necesidad boliviana de una salida soberana al mar. Cuando Bolivia solicita una negociación, y Chile acepta, la declaración no puede ser declarada como no vinculante”, precisó.
Brotons insistió en que Pinochet retomó dichas negociaciones, incluso afirmó que se trataron los términos entre ambos países.
Compromiso en instancia internacional
Amy Sander, también miembro del equipo demandante, se basó en la carta de la OEA, la cual indica que los países deben negociar y conversar sus problemas, de manera pacífica. “Bolivia alega que las recomendaciones de la OEA efectivamente tienen un efecto jurídico”, explicó.
“Al ratificar la carta de la OEA, Bolivia y Chile optaron por convertirse en estados miembros y vincularse por los términos de su carta”, sostuvo Sander, añadiendo que la resolución de la instancia en el tema apunta al diálogo, lo que “no puede ser permitido que un miembro de la OEA desconozca las resoluciones que emite”.
El jurista Payam Akhavan, en tanto, continuó con las evidencias posteriores a 1904, indicando que en 1920 autoridades chilenas mencionaron el concepto negociación. Asimismo, en 1923, desde Chile habrían mencionado que, una vez que se solucione un problema con Tacna, Bolivia podría estar conectada con el mar a través de un enclave.
Para el iraní esas promesas son vinculantes, sin embargo, advirtió que Chile ha tratado de ignorar sus propios compromisos. “Los argumentos de Chile ignoran sus propias declaraciones oficiales en organizaciones internacionales, ya sea ante la liga de Naciones o la OEA, que declararon el accesos soberano de Bolivia al mar como una cuestión de interés permanente hemisférico”, sostuvo.
Otro expositor, Mathias Forteau, recalcó que Chile se ha comprometido en varias ocasiones a negociar -ante testigos internacionales-, por lo que esta solicitud no es nueva. Respondiendo a la dúplica chilena -que establece que el tiempo para negociar expiró-, aseguró que Bolivia nunca ha abandonado su reclamo, descartando que hayan dejado la petición.
“Pretender lo contrario (negociar), tal como lo hace Chile, nos llevaría a una parte aberrante. El fracaso de un ciclo de negociaciones no es el fin de la obligación para negociar”, argumentó.
“Por su puesto queda claro que las propuestas en el marco de las negociaciones han ido evolucionando, y esta es la razón por las que Bolivia repite que Chile tiene un compromiso de negociar”, dijo.
Forteau pidió a la Corte a que ayude a mejorar las relaciones entre ambos países y que, tras la resolución, se vuelva a un encuentro en una mesa de negociación.
La primera jornada
El primer día de la fase oral comenzó a las 05:59 horas, con la intervención del presidente del tribunal internacional, el somalí Abulcawi Amed Yusuf, quien informó que de los 15 jueces titulares, iban a participar 13, más los jueces ad hoc de cada país, Dolnal Mac Ro, por Chile, e Iv Dudé de Bolivia.
Posteriormente, el agente boliviano fue el encargado de abrir los alegatos, Eduardo Rodríguez Veltzé, quien sorprendió al reconocer lo dispuesto por la CIJ en septiembre de 2015, cuando rechazó las pretensiones chilenas de que el tribunal se inhabilitara para resolver la demanda.
Las exposiciones se centraron en que Chile se apropió del mar de manera sangrienta, lo que ha generado perjuicios para el vecino país. Lo anterior sumado a la “obligación” de negociar que le endosan a Chile y que desconocería.
Luego, cuatro abogados expusieron los argumentos.