La autoridades recalcaron la importancia de tomar en cuenta la recomendación de no viajar hasta la zona sin haberse vacunado con al menos 10 días de anticipación, pero llamaron a quienes lo realizarán de todas formas, a tomar medidas de protección extra, como el uso de repelentes especiales para mosquitos y alejarse de las zonas selváticas.
El segundo caso de un chileno fallecido por fiebre amarilla se registró durante este martes en el Estado de Río de Janeiro.
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Se trata de Ernesto Faúndez, de 20 años, quien se suma así a Felipe Santander, quien murió la semana pasada por la misma causa, contagiados aparentemente en la isla grande de Angra dos Reis, en donde ambos habían coincidido.
Mientras, un tercer compatriota se encuentra internado y en observación en un centro asistencial.
La ministra de Salud, Carmen Castillo, indicó que solicitarán más antecedentes a Cancillería, pero que esto advierte a la ciudadanía de la importancia de que quienes viajen hasta las zonas con riesgo de contagio, lo hagan sólo si están vacunados con al menos 10 días de anticipación, para no tener más casos que lamentar.
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En tanto el embajador de Chile en Brasil, Jaime Gazmuri, señaló que están en contacto con la familia afectada y monitorean de cerca el caso del tercer infectado, pero que la recomendación es que quienes viajen lo hagan vacunados, y que en lo posible se alejen de las zonas de carácter selvático, en donde existe gran presencia de mosquitos.
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Asimismo, el futuro ministro de Salud, Emilio Santelices, indicó que las autoridades deben tener una actitud más previsora, por lo que durante su gestión tomará medidas para evitar que se repitan situaciones como las que se registran en distintas clínicas del país, debido a la gran cantidad de chilenos esperando para acceder a la vacunación antes de viajar.
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La autoridad no puede prohibir el viaje de las personas que no se hayan vacunado contra la fiebre amarilla, pero la recomendación es suspender sus viajes.
Quienes deseen realizarlo, pese a las advertencias, deben tomar medidas de precaución extra, como la utilización de repelentes de mosquitos y la utilización de ropa que no deje las extremidades a la vista. Así lo indicó la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches.
Según la Organización Mundial de la Salud, la fiebre amarilla es una enfermedad aguda viral, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados.
El virus en su fase inicial causa fiebre, dolor de cabeza y muscular, escalofríos, pérdida del apetito, náuseas e incluso vómitos y no existe un tratamiento para contrarrestar sus efectos, por lo que lo más efectivo es la vacunación.
En Chile las dosis disponibles de la vacuna han sido superadas ampliamente por la demanda de compatriotas que viajarán hacia Brasil, incluso por aquellos que lo harán a zonas en donde no hay existencia del mosquito.
El único proveedor de ella para nuestro país, el laboratorio Sanofi, podría realizar una nueva internación el próximo 12 de marzo.