La presidenta de la República, Michelle Bachelet, cumplió ayer domingo con la tradición republicana y llamó a Sebastián Piñera para felicitarlo por su triunfo en la segunda vuelta presidencial.
En dicho contacto, la Mandataria felicitó al empresario por el triunfo y, a su vez, este le agradeció sus palabras.
Acto seguido, acordaron un desayuno que se concretó este lunes a las 9:00 horas en la casa de Piñera en Las Condes.
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Pero hubo parte de ese acto oficial que no se vio: la previa a la conversación entre ambos.
Por una parte, Sebastián Piñera se mostró inquieto, le hablaba al staff detrás de cámara, se acomodó su camisa y acercó la bandera chilena que tenía sobre su escritorio.
Mientras, en la etapa previa a la conversación, la presidenta Bachelet lucía pensativa y mirando al horizonte y sin interactuar demasiado con quienes estaban en la oficina en ese momento.