Es el caso que ha mantenido en vilo a la política nacional y que involucra a un diputado en ejercicio de la Democracia Cristiana: en 2002, la expareja de Ricardo Rincón lo denunció por violencia intrafamiliar y los antecedentes del hecho fueron investigados entonces por la justicia civil y por un juzgado del crimen.
Por ello, un reportaje de Ahora Noticias, reveló los expedientes de ambas causas, que incluyen declaraciones, diligencias, exámenes médicos, cartas personales y todas las pruebas exhibidas por las partes.
El caso ha tomado relevancia luego que la Junta Nacional de la DC ratificara la repostulación al Congreso del parlamentario, pese a la férrea oposición de la timonel y candidata presidencial del partido, Carolina Goic, quien expresó que debido a estas acusaciones no debía ser candidato de esa colectividad.
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De este modo, el revés político propinado a Goic la forzó a tomarse unos días para analizar si continúa su candidatura, lo cual anunciará este jueves a las 11:00 horas.
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En concreto, las dos causas (una civil y otra penal), dan cuenta de las lesiones de la expareja del diputado, Carolina Hidalgo, quien el 22 de julio de 2002 sufrió lesiones nasales y diversas contusiones, según pudo constatar la urgencia de la Clínica Alemana en ese entonces.
Con esa evidencia, Hidalgo llegó hasta Carabineros donde relató que vivía hace 3 años con el ahora diputado en un departamento en Las Condes.
De acuerdo a su testimonio, aquella noche repentinamente empezaron a discutir a la salida del baño, cuando de pronto Rincón la habría golpeado. En su declaración, además, recalcó que él había tenido actitudes agresivas anteriormente.
Al ser interrogado sobre el episodio, el parlamentario aseguró que las acusaciones son falsas, ya que no vivía en el lugar cuando ella dice que ocurrieron los hechos. Según explicó a la policía, “debido a que no quería casarme, ni seguir conviviendo con Carolina Hidalgo, tomé la decisión de irme del departamento. Luego de esta separación, nunca más la volví a ver”.
No obstante, en la demanda civil, Hidalgo detalla que en 2000 Rincón le propuso matrimonio, por lo que en noviembre de 2001 compraron el departamento donde vivían, propiedad que hasta hoy aparece en la declaración de patrimonio del diputado.
Sin embargo, ella aseguró que tras no ser reelecto en ese año él cambió el trato y, si bien en principio pensó que se debía a su frustración, acusó que también inició relaciones sentimentales con otras mujeres.
“Se abalanzó sobre mí, golpéandome brutalmente la cara repetidas veces, especialmente en la nariz y mandíbula”, declaró. Luego la dejó sola y ella se arrastró hacia la cama cuando recuperó la conciencia.
En agosto de 2002, la Bicrim señaló que no encontraron medios de prueba ni pudieron dar cuenta de la efectividad de la denuncia.
Ricardo Rincón declaró en abril de 2013, en el juicio criminal, reiterando que la acusación era falsa, que no vivía en el departamento desde fines de mayo de 2002. Eso sí, una asesora del hogar testificó que en realidad vivieron juntos hasta el día del incidente.
“Yo no estaba enamorado y ella lo único que quería era casarse conmigo”, dijo en esa oportunidad. Pese a ello, su expareja mostró una carta supuestamente escrita por Rincón donde le pedía matrimonio e hijos.
Por su parte, el diputado aseguró que el día y hora de los hechos él se encontraba almorzando con su primo en el hotel Radisson, junto a un documento del recinto que ratificaba su versión. Eso sí, Hidalgo cuestionó el certificado diciendo que era falso.
El abogado de Rincón y el propio parlamentario señalaron que ella se habría autoinferido esas lesiones para perjudicarlo por un “sentimiento de revancha y despecho”.
El martes 28 de enero de 2003, el juzgado civil acogió la demanda y consideró que las agresiones existieron en el domicilio de ambos, y que Rincón se atribuyó la calidad de abogado -la cual no tiene- “revelando una conducta contraria a derecho y falta a la verdad”. Sumado a ello, agregó que los testigos se contradicen ubicándolo a la misma hora en distintos lugares.
Por todo lo anterior, el tribunal ordenó terapia psicológica en el centro de salud mental Padre Hurtado de Las Condes. Pese a ello, no asistió.
Carlos Castro, abogado de Rincón, explicó la situación a Radio Bío Bío: “¿Por qué no fue al tratamiento el diputado? Porque era incongruente el hecho de que él estuviese defendiéndose, con la asesoría mía, en el crimen, diciendo ‘aquí nunca han habido lesiones`, nunca él ha violentado a la señora Carolina Hidalgo, y por otra parte estuviera haciéndose un tratamiento por violencia en contra de la señorita Hidalgo (…) El juzgado civil nunca, nunca, ordenó que él cumpliera forzadamente esta situación, porque no tenía facultades, porque eso no existe en la Ley”, dijo.
Consecuencias políticas
Pese a la polémica que ha suscitado el tema, Castro dice que Rincón no tiene intenciones de renunciar a su postulación al Congreso. “Él claramente no tiene ninguna intención de bajar su candidatura, toda vez que no tiene motivos para hacerlo”, sostuvo.
Asimismo, “me parece que los vetos no pueden existir”, dijo el abogado sobre la decisión de la mesa de dejar en manos de Carolina Goic la determinación de la continuidad de la candidatura de su representado.
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En su opinión, el mandato que dio la Junta Nacional es el que habitualmente se da, pero en caso de enfermedad o muerte de un candidato, o cuando se necesite bajar un nombre por los pactos parlamentarios.
Para cerrar, debido a todo lo anterior, aseguró que analizarán acciones posibles si es que Goic decide frenar la opción de Rincón.