Diputados de la Nueva Mayoría cuestionaron la demora que ha tenido el Gobierno en concordar las indicaciones al proyecto de Educación Superior y advirtieron que si no se apura el tranco “la reforma se muere”.
En el Gobierno están conscientes que se les acaba el tiempo para tramitar y aprobar los dos proyectos pendientes de la reforma educacional, donde el de Educación Superior es el que se encuentra más atrasado, pese a que ingresó al Congreso hace ya 10 meses.
Es en este cuadro, donde se enmarcan la decisión de no crear una subsecretaría de Educación Superior y a cambio robustecer la labor de la actual División de Educación Superior. Al igual que la idea de separar el proyecto y tramitar lo concerniente a las universidades estatales por separado.
La ministra de Educación, Adriana Delpiano, confirmó que las indicaciones sustitutivas al proyecto de Educación Superior ingresarán dentro de la primera quincena de abril.
Sin embargo, la demora excesiva que ha tenido el Gobierno en concordar las indicaciones, para que se pueda votar en general la iniciativa, ha llevado a que algunos parlamentarios oficialistas duden de la voluntad real del Ejecutivo de sacar adelante este proyecto, como lo planteó el diputado radical Alberto Robles, quien sentenció que si no se apura el tranco, “la reforma se muere”.
Según el parlamentario, el hecho que este sea un año electoral implica que los tiempos legislativos son más cortos, ya que gran parte del Congreso estará pendiente de obtener su reelección.
Lo mismo ocurre con la idea de dividir el proyecto y tramitar por separado el fortalecimiento de la universidades del Estado. La diputada comunista, Camila Vallejo, aseguró que no se ve por dónde podría avanzar la iniciativa.
En cuanto a los cambios que se han anunciado en la elección de los personeros que conformarán el nuevo sistema de acreditación, existe consenso entre los rectores que ya no exista representación de las instituciones de educación superior, como lo indicó el rector de la Universidad de Playa Ancha, Patricio Sanhueza, quien aseguró que este organismo debe ser neutro y objetivo.