Chile es un país que se caracteriza por la frecuencia de sus sismos o terremotos. Posterior al 2010, estos conceptos se han vuelto más frecuentes en las conversaciones, por lo que es crucial estar al tanto de cuáles son las diferencias entre estos términos y cómo se miden de acuerdo a la magnitud y las intensidades.
Chile es uno de los países más sísmicos del mundo, teniendo entre sus tristes récords a tres de los diez terremotos más catastróficos registrados instrumentalmente en la historia de la humanidad.Pero…¿Cómo se clasifican los sismos según magnitud e intensidad?
Es por esto que tras el cataclismo vivido el pasado 27 de febrero de 2010, y la serie de movimientos telúricos que han azotado al planeta en el último año, las personas se han interesado por conocer más sobre estos fenómenos naturales y averiguar sus distintas clasificaciones.
¿Sismos o Terremotos?
En primer lugar es importante clarificar que cuando hablamos de sismos o terremotos, en realidad hablamos de lo mismo, pues ambos se refieren a los movimientos de la corteza terrestre, ya sea provocados por el choque de las placas tectónicas o por la actividad volcánica. Todos los sismos son a la vez un terremotos, sin importar que su magnitud sea 2.0 o 9.0.
La “diferencia” del término en nuestro país surge por “cultura popular”, debido a que en Chile se le llama terremoto a un movimiento que causa serios daños y víctimas fatales, no existiendo una magnitud que determine cuál de los dos nombres llevará.
Magnitud e Intensidad no son lo mismo
Los sismos se miden con distintas escalas, siendo las más comunes la de “Magnitud Local” (o también llamada Richter) y la de “Intensidad Mercalli Modificada”.
Según el Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, la Magnitud mide la energía liberada en el hipocentro del sismo, que es el lugar donde se produce el choque de las placas o la ruptura de ellas. Esta se mide con instrumentos especializados que, donde estén ubicados, registrarán el mismo rango de magnitud.
Mientras tanto la Intensidad no es una sola, de hecho son varias y se habla de Intensidades, que miden de manera subjetiva la violencia con que se siente un sismo en diversos puntos de la zona afectada.
La medición se realiza observando los efectos o daños producidos por el temblor en las construcciones, objetos, terreno y el impacto que provoca en las personas. Su valor depende de la distancia del epicentro, tipo de construcción, calidad del suelo o roca de la localidad y del lugar que ocupan las personas.
¿Cómo clasificar los sismos según su Magnitud e Intensidades?
La clasificación de la magnitud (Richter) no se hace al azar, de hecho Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) tiene una lista oficial para determinar a qué tipo pertenece cada una y qué tanto daño podrían generar.
2.0-3.0 Micro Magnitud – No son perceptibles.
3.0-3.9 Menor Magnitud – Perceptibles con poco movimiento y sin daño.
4.0-4.9 Ligera Magnitud – Perceptibles con movimiento de objetos y rara vez produce daño.
5.0-5.9 Moderada (o Mediana) Magnitud – Puede causar daños mayores en construcciones débiles o mal construidas.
6.0-6.9 Fuerte Magnitud – Pueden ser destructivos.
7.0-7.9 Mayor Magnitud – Pueden ser destructivos en zonas extensas.
8.0-9.9 Gran Magnitud – Catastróficos, provocando destrucción total en zonas cercanas al epicentro.
10 o + Magnitud Épica – Jamás registrado, puede generar una extinción local.
El daño del sismo también depende de la profundidad a la que se produzca el hipocentro, ya que un sismo magnitud 6 a 50 kilómetros bajo tierra será muy leve con respecto a uno de la misma magnitud ocurrido sólo a 4 kilómetros del suelo.
Con respecto a las Intensidades Mercalli Modificadas, éstas se representan con números romanos, existiendo una tabla común recogida desde el USGS y el SHOA.
Grado I. Intensidad no perceptible No se advierte sino por unas pocas personas y en condiciones de perceptibilidad especialmente favorables.
Grado II. Débil Intensidad Se percibe sólo por algunas personas en reposo, particularmente las ubicadas en los pisos superiores de los edificios.
Grado III. Débil Intensidad Se percibe en los interiores de los edificios y casas. Sin embargo, muchas personas no distinguen claramente que la naturaleza del fenómeno es sísmica, por su semejanza con la vibración producida por el paso de un vehículo liviano. Es posible estimar la duración del sismo.
Grado IV. Ligera Intensidad Los objetos colgantes oscilan visiblemente. Muchas personas lo notan en el interior de los edificios aún durante el día. En el exterior, la percepción no es tan general. Se dejan oir las vibraciones de la vajilla, puertas y ventanas. Se sienten crujir algunos tabiques de madera.
Grado V. Moderada Intensidad La mayoría de las personas lo percibe aún en el exterior. En los interiores, durante la noche, muchas despiertan. Los líquidos oscilan dentro de sus recipientes y aún pueden derramarse.
Grado VI. Intensidad fuerte Lo perciben todas las personas. Se atemorizan y huyen hacia el exterior. Se siente inseguridad para caminar. Se quiebran los vidrios de las ventanas. Los muebles se desplazan o se vuelcan. Se producen grietas en algunos estucos. Se hace visible el movimiento de los árboles, o bien, se les oye crujir.
Grado VII. Intensidad muy fuerte Los objetos colgantes se estremecen. Se experimenta dificultad para mantenerse en pie. El fenómeno es percibido por los conductores de automóviles en marcha. Se producen daños de consideración en estructuras de albañilería mal construidas o mal proyectadas. Sufren daños menores (grietas) las estructuras corrientes de albañilería bien construidas. Se dañan los muebles. Caen trozos de estucos, ladrillos, parapetos, cornisas y diversos elementos arquitectónicos.
Grado VIII. Severa Intensidad Se hace difícil e inseguro el manejo de vehículos. Se producen daños de consideración y aún el derrumbe parcial en estructuras de albañilería bien construidas. En estructuras de albañilería bien proyectadas y construidas sólo se producen daños leves. Caen murallas de albañilería. Caen chimeneas en casa e industrias; caen igualmente monumentos, columnas, torres y estanques elevados. Las casas de madera se desplazan y aún se salen totalmente de sus bases. Aparecen grietas en el suelo húmedo, especialmente en la superficie de las pendientes escarpadas.
Grado IX. Violenta Intensidad Se produce pánico general. Las estructuras de albañilería mal proyectadas o mal construidas se destruyen. Las estructuras de albañilería bien construidas se dañan y a veces se derrumban totalmente. Las estructuras de albañilería bien proyectadas y bien construidas se dañan seriamente. Los cimientos se dañan. Las estructuras de madera son removidas de sus cimientos. Sufren daños considerables los depósitos de agua, gas, etc. Se quiebran las tuberías (cañerías) subterráneas. Aparecen grietas aún en suelos secos. En las regiones aluviales, pequeñas cantidades de lodo y arena son expelidas del suelo.
Grado X. Extrema Intensidad Se destruye gran parte de las estructuras de albañilería de toda especie. Se destruyen los cimientos de las estructuras de madera. Algunas estructuras de madera bien construidas, incluso puentes, se destruyen. Se producen daños en represas, diques y malecones. Se producen grandes desplazamientos del terreno en los taludes. El agua de canales, ríos, lagos, etc. sale proyectada a las riberas. Cantidades apreciables de lodo y arena se desplazan horizontalmente sobre las playas y terrenos planos. Los rieles de las vías férreas quedan ligeramente deformados.
Grado XI. Extrema Intensidad Muy pocas estructuras de albañilerías quedan en pie. Los rieles de las vías férreas quedan fuertemente deformados. Las tuberías (cañerías subterráneas) quedan totalmente fuera de servicio.
Grado XII. Extrema Intensidad El daño es casi total. Se desplazan grandes masas de roca. Los objetos saltan al aire. Los niveles y perspectivas quedan distorsionados.
Recuerda, la forma en cómo percibas los sismos dependerá también de la sensibilidad de cada persona, de si estás en una construcción a mucha o poca altura, e incluso de si estas despierto o durmiendo.