El diario electrónico The Clinic reveló un nuevo caso de una niña que murió en un centro colaborador del Sename. Según indica la publicación, Rechel Contreras Vera, de 10 años, habría perdido la vida en febrero pasado durante unas vacaciones, organizadas por la residencia Villa Padre Alceste Piergiovanni de Quinta de Tilcoco, en donde se encontraba.
La niña fue ingresada al centro en noviembre del 2015, luego que el Sename determinara una “negligencia parental severa“, debido a que los padres no habrían hecho un correcto manejo del tratamiento para combatir el severo lupus que padecía. En el hospital de Rancagua, la doctora Heydi Leiva, detalló en un informe que la madre era adicta a las drogas y se habría presentado al hospital en “inadecuadas condiciones higiénicas”.
El portal relata además que, con Rechel, eran tres los hijos de Verónica Vera y José Contreras que ingresaban al Sename en menos de cuatro meses, por lo que la adicción a las drogas se hizo más intensa, junto con el consumo de alcohol. “Quedé sin nada. Con suerte me alcanzaba para comprar pan. Ahí me empecé a dar cuenta que estaba mal”, dijo Vera.
Según cuenta el reporte, la niña ingresó al centro para recuperar un óptimo estado de salud, con chequeos periódicos en el hospital de Rancagua y del Exequiel González Cortés de Santiago. Tras un mes, Rechel volvió a caminar y pudo reconocer a sus padres.
En febrero, la fundación organizó unas vacaciones en una residencia de la misma institución en Pichidangui, situación que los padres de Rechel rechazaron y pidieron que pasara ese periodo con ellos -debido a que, por su enfermedad, no podría exponerse en demasía al sol-, a lo cual la directora se habría negado, debido a que no contaban con la tutela de la niña.
La pequeña participó en esas vacaciones, pero ocho días más tarde, Rechel empeoró su condición de salud y murió. Una de las tías a cargo, relató que la niña empezó con un cuadro de vómitos, diarreas y dificultades para respirar. Tras tres horas, fue trasladada al hospital de Los Vilos.
Al llegar, el especialista estipuló en un oficio que la niña debió recibir oxígeno para estabilizarla. Más tarde, fue derivada al hospital de Coquimbo donde llegó desvanecida, en donde dejó de respirar pasadas las 11 de la mañana del 11 de febrero.
Respecto al caso, el director del Sename, Hugo Herrera, dijo que se solicitó a los tribunales de familia, tanto de Rancagua como de Santiago, la administración provisional de dos residencias de protección en ambas ciudades, esto, luego que se determinara que los recintos “no superaron los elementos críticos” detectados.
En ese sentido, dijo que cuando se tienen antecedentes de posibles delitos dentro de las residencias, se han entregado al Ministerio Público.