Una peligrosa moda está comenzando a convertirse en tendencia de belleza veraniega en Brasil, amenazando gravemente la salud de los usuarios que la adquieren: la marquinha.

La marquinha (que significaría “marca” en español) es una técnica de bronceado que consiste en tomar sol sin protección y con cinta adhesiva pegada al cuerpo en forma de bikini pequeño (para que quede marcado). La idea comenzó a finales del año pasado por Erika Romero, a quien se le ocurrió transformar su terraza en un enorme centro de bronceado.

Cerca de las 6.30 de la madrugada Erika abre su innovador negocio y ya tiene clientas en fila. La sesión cuesta un poco más de 13 mil pesos (chilenos) y ellas solo deben acostarse en unas camillas que la mujer tiene preparadas para que se bronceen cómodamente. En el lugar, alcanzan cerca de 30 clientas.

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Luego Erika les adhiere a la piel unas cintas adhesivas en forma de bikini, para que el bronceado luzca como si fuese obtenido en la playa. Para evitar el “calor” (en un país que la temperatura ronda los entre 30 y 40 grados), Erika cuenta con rociadores de agua potable que sus clientas pueden usar en la cabeza.

En la temporada pasada, la emprendedora recaudó más de 15 millones de pesos con este servicio, el cual promete internacionalizar. “Recorreré el mundo entero con mi idea”, asegura.

Los peligros de un bronceado sin protección

La piel es un órgano sensible y está propensa a muchas enfermedades, igual que todo el cuerpo. Héctor Fuenzalida, dermatólogo de la Universidad San Sebastián, señala que esta técnica de bronceado puede resultar muy perjudicial para las usuarias.

El doctor señala que el uso de protector solar es fundamental durante el verano, independiente de los grados de calor existentes, puesto que el daño a la piel se relaciona con los rayos ultavioleta. “Debe considerarse que aún cuando la radiación ultravioleta sea baja, es potencialmente dañina para la piel, por lo que se sugiere que el uso de protector solar sea permanente durante todo el año con reaplicaciones adecuadas”, explica.

Héctor asegura que esta técnica es tan dañina como la que se utiliza al usar trajes de baños reducidos bajo el sol en los lugares de veraneo. “Lo ideal siempre va a ser tener cubierto la mayor parte de la superficie corporal. Los daños sobre la piel podrán ser agudos (quemaduras e insolación en horas) o crónicos (fotodaño y manchas y cánceres en años posteriores)”, advierte el experto.

Respecto al uso de cintas adhesivas, el dermatólogo señala que el contacto con productos sintéticos puede generar irritaciones a la piel, “lo que podría corresponder a una dermatitis de contacto alérgica o a una dermatitis de contacto irritativa, lo que secundariamente pudiera complicarse con una sobreinfección bacteriana y, a más largo plazo, con una hiperpigmentación residual”.

En relación al tiempo adecuado para tomar sol, el doctor explica que una persona no debe pasar más de 15 minutos en contacto directo con el sol y, si bien es bueno recibir los rayos solares, esto debe realizarse en horarios en que la radiación ultravioleta sea baja (antes de las 10 de la mañana y después de las 5 de la tarde).