Quizás crees que saber todo sobre la salud íntima, pero probablemente no es así.

A continuación te dejamos 12 consejos de expertos para mantener saludable esta zona de tu cuerpo.

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1. Usar condón en los encuentros sexuales

Un estudio de investigadores del Beijing Friendship Hospital determinó que además de prevenir embarazos no deseados y evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual, el condón también puede ayudar a que bacterias beneficiosas florezcan en la vagina.

Para esta ocasión, los científicos se centraron en los lactobacillus, un grupo de bacterias que pertenece a la flora natural de la vagina. Estos microbios, que producen ácido láctico y peróxido de hidrógeno, ayudan a mantener un pH medio de 4,5, comparable a la acidez de cerveza o jugo de tomate.

Este sistema ayuda a bloquear bacterias dañinas que se pueden instalar y causar infecciones como la vaginosis bacteriana, según los investigadores. Estos microorganismos beneficiosos incluso se han relacionado con una disminución del riesgo de contraer el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

Los científicos señalaron que el condón puede ayudar a la vagina a proteger sus ácidos naturales, pues durante la actividad sexual se puede alterar el equilibrio del ecosistema de la zona íntima femenina, porque el semen tiene un pH más elevado (de 7,0 a 8,0).

2. Usar ropa interior de algodón o nada

Cuando compres ropa interior siempre prefiere la de algodón. De hecho, la mayoría de la ropa interior -independiente de su material- viene con una fina tira de tela de algodón en la entrepierna, consigna la revista femenina Woman’s Health.

El algodón permite que la piel respire y absorbe la humedad, por lo que es ideal para vestir tus partes íntimas, dice Mary Jane Minkin, profesora clínica de obstetricia, ginecología y ciencias reproductivas en la Universidad de Yale.

Y cuando estés en casa, no dudes en andar sin nada, para que puedas sentirte libre y tu zona íntima se airee, dice Minkin. Además, también puedes ir al gimnasio sin ropa interior, si usas calzas de algodón.

3. Evitar los colaless

Este tipo de ropa interior puede transportar bacterias desde el área rectal hacia la vagina, pudiendo ocasionar infecciones vaginales o en las vías urinarias.

De acuerdo a la ginecóloga estadounidense Lisa Masterson, muchas de sus pacientes han sufrido infecciones de las vías urinarias y vaginales por usar colaless. “Las bacterias rectales pueden hacer su camino hacia la vagina usando la tanga como medio de transporte”, señala la especialista, quien además recomienda no usarlos en el trabajo porque si esta prenda está sudada se vuelve un conducto aún más efectivo para los microorganismos.

Con esta apreciación coincide la obstetra Angélica Illescas. Ella afirma que el constante roce del calzón en el ano y la vagina altera el PH de esta última y “favorece el crecimiento de microorganismos que si no se atienden a tiempo, pueden generar severos daños”.

Por otro lado, además pueden ocasionar pequeños desgarros porque esta prenda suele ser muy apretada. También aumentan el riesgo de hemorroides, favorecen la irritación del clítoris y promueven las infecciones por hongos.

4. Ejercitar

Hacer ejercicios de Kegel es crucial para fortalecer los músculos del suelo pélvico, que son claves en el control de la vejiga, el sexo y el parto.

Los ejercicios de Entrenamiento Muscular del Piso Pélvico incluyen factores como la posición de la pelvis y la columna vertebral, la activación de la musculatura abdominal profunda y tono del diafragma respiratorio.

Es recomendable comenzar a ejercitar esta musculatura independientemente de la etapa de la vida en que la mujer se encuentre, pues el fortalecimiento del piso pélvico es beneficioso para prevenir y tratar algunos tipos de incontinencia urinaria y también influye en el desarrollo de una vida sexual saludable.

5. Tomar yogur griego

Los yogures con cultivos vivos ayudan a estimular el crecimiento de buenas bacterias en tu zona íntima, lo que ayuda a prevenir infecciones por hongos y de otro tipo, dice Minkin.

Sólo ten cuidado de no elegir los demasiado azucarados, ya que podrían hacerte más susceptible a las infecciones.

6. Ir al ginecólogo al menos una vez al año

“Creo que un examen anual es importante para hablar de los problemas de salud”, dice Minkin, quien recomienda hablar de fertilidad, métodos de control de natalidad y cualquier pregunta sexual o ginecológica que puedas tener que son importantes para detectar cualquier enfermedad.

No sólo debes visitar al ginecólogo para hacerte el PAP o cuando estás embarazada.

7. Lubricar adecuadamente

A veces, tu vagina no se lubrica lo suficiente en los encuentros sexuales. Esto puede ser totalmente normal cuando tomas medicamentos como antihistamínicos, antidepresivos o anticonceptivos hormonales. También puede pasar después del embarazo o poco antes de la menopausia.

Cuando esto sucede, asegúrate de hablarlo con tu pareja para no forzar una relación sexual sin la adecuada lubricación, ya que es doloroso y puede causar abrasiones.

Una solución efectiva es usar lubricante artificial que puedes adquirir en la farmacia, dice Minkin.

8. Evita los lavados excesivos

La conocida matrona y sexóloga española Laura Cámara explica que “la higiene íntima femenina no debe ser excesiva. El exceso de higiene y gel en los genitales va a producir primero, sequedad, y segundo, que eliminemos toda la protección que de manera natural tiene la zona. Aunque no nos lo parezca, el flujo, la lubricación, etc…, están ahí para algo. Lavarse en exceso sólo puede llevarnos a que la zona genital quede desprovista de su protección natural y favorezcamos las infecciones”.

Por lo mismo, la profesional aconseja que la higiene genital femenina sea una vez al día. “La ducha diaria proporciona a la zona una higiene adecuada. Por otro lado, si estás en algún proceso de infección o en los días de la menstruación y sientes la necesidad de lavarte con más frecuencia, hazlo sólo con agua. Sin usar ningún producto. Eso suele ser suficiente”, expresó.

Nancy Herta
, ginecóloga de la Universidad del Estado de Michigan, asegura que la vagina es bastante buena limpiándose a sí misma, ya que tiene un PH bajo, que impide el crecimiento de bacterias malas. “Es un delicado equilibrio que hace la vagina sea hostil para las bacterias. Pero si pones cosas ahí que cambian el pH, puedes permitir que las bacterias crezcan en exceso“, explicó la experta.

La profesional recomienda utilizar un jabón muy suave en la ducha o sólo agua. Después debes secar suavemente con una toalla, asegurándote de que la zona está completamente seca antes de ponerte la ropa interior, ya que el exceso de humedad puede conducir a una infección.

9. Cuidado con la bicicleta

Si andas en bicicleta correctamente, podrías sufrir entumecimiento genital, dolor y hormigueo si no ubicas el asiento correctamente.

De hecho, un estudio con mujeres ciclistas publicado en la revista académica Journal of Sexual Medicine encontró que la mayoría experimenta estos síntomas, además de pérdida de sensibilidad.

Si te gusta el ciclismo, trata de usar shorts acolchados, un asiento amplio y bien ubicado.

Los resultados revelaron que el mayor impacto en las mujeres estudiadas era la posición del manubrio. Quienes tenían las manillas bajo el nivel del asiento, tenían una mayor presión en el perineo y menor sensación en el piso pélvico, entre el ano y la vagina, lo que sería más dañino que utilizar el manubrio por sobre el sillín, ya que la fuerza ejercida contra la pelvis era menor.

10. No abusar de los antibióticos

Otra amenaza para las bacterias buenas de tu zona íntima son los antibióticos.

Estos medicamentos pueden matar esos maravillosos lactobacilos que mantienen tu vagina saludable, dice Minkin.

Si tienes que tomar un antibiótico para combatir la infección, consume más probióticos, señala la especialista.

11. Sé consciente del orden de los actos sexuales

Procura no pasar del sexo anal al vaginal durante las relaciones sexuales, sin cambiar el condón o limpiar adecuadamente el pene, dice Minkin.

Cuando tienes sexo vaginal después del anal sin tomar estas precauciones, te expones a sufrir de serias infecciones porque arrastras una gran cantidad de bacterias a tu delicada zona íntima.

12. Cuidado con el jabón

Los geles de baño y jabones perfumados puede ser muy aromáticos, pero no son buenos para tus genitales, dice Minkin.

El jabón puede secar la piel sensible alrededor de la vulva. Con esto coincide Herta, quien dice que los geles y jabones diseñados específicamente para la zona íntima, no siempre son lo mejor tampoco. “Los productos vaginales pueden cambiar el PH, permitiendo que las bacterias se multipliquen en exceso”, comenta.

Así que sólo opta por un jabón suave o sólo agua tibia, como señalamos en el punto 8.