Merciliane Jean Rosie (23) lleva tres años viviendo en Chile tras dejar la ciudad de Puerto Príncipe, en Haití, con el objetivo de buscar mejores oportunidades laborales.
En conversación con el medio Las Últimas Noticias, relató lo difícil que fue llegar hasta tierras nacionales y todos los problemas que enfrentó para acostumbrarse a este cambio de vida.
“El primer (viaje) fue el peor. Yo no hablaba Español pero entendía algunas cosas. Por no poder conversar nada me devolvieron y perdí la plata que traía y los pasajes. Antes de llegar a Haití pasé por República Dominicana, donde estuve detenida porque sospechaban que andaba traficando, tuve que pagar una multa de 80 dólares (48 mil pesos) y estar encerrada por tres días”, relató.
Sin embargo, su segunda venida a Chile fue más positiva, ya que fue acogida por una familia en la región de Valparaíso y comenzó a aprender el idioma español.
“La segunda vez tuve suerte porque me quedé en Tongoy con una familia, no entendía nada de lo que decían pero estuve 3 meses ayudando en casa. Yo veía Los Simpson y Papá a la deriva (teleserie de 2015 en Mega) para aprender Español”, recordó.
La joven confesó que es difícil acostumbrarse y empezar desde el comienzo en un país extraño, aunque reconoció que encontró más oportunidades que en su tierra.
“Aquí hay muchas oportunidades si uno trabaja y se esfuerza. En cambio, en Haití hay muchos problemas políticos e inseguridad en las calles”, afirmó.
Por otra parte, admitió que siente pena por el presente de muchos de sus compatriotas en suelo chileno, asegurando que las críticas por el aspecto que tienen son muy injustas.
“La gente mira feo a los haitianos porque andan sucios o tienen ropa vieja, pero es porque toda la plata que tenemos la enviamos a nuestras familias para pagar su educación. Allá es muy importante estudiar, aunque no haya nada para comer igual vamos al colegio”, indicó.
El concurso “Miss Haití en Chile”
Merciliane reconoce que le atrajo la idea de participar de este pequeño certamen por los premios que tenía, aunque no fue una decisión fácil debido a su estilo de vida.
“Sobre el concurso ‘Miss Haití en Chile’ varios no me apoyaron porque soy muy cristiana. Yo era súper conservadora, cuando hacía frío en Haití andaba con falda larga y botas, las evangélicas no usamos nada más. Cuando vi que otras niñas me iban ganando tuve que cambiar para surgir. Me regalaron una beca para estudiar Inglés y modelaje, un notebook y un viaje a República Domincana”, contó.
La muchacha aprovechó la oportunidad de agradecer a los chilenos por la forma como la han acogido, llamando a la inclusión entre ambos pueblos.
“A todos los chilenos les doy las gracias por aceptarnos y apoyarnos en este país. No puedo obligarlos a que nos quieran, es su decisión, pero todos somos igualmente personas”, señaló.
Sin embargo, comentó que su mayor pena es no poder ayudar más a su familia que está en Haití, ya que aún no se estebiliza complemente en Chile.
“Me duele cuando me piden ayuda desde mi país, porque muchas veces no puedo hacer nada. A veces lo toman bien y otras mal, pero recién me estoy estabilizando aquí”, cerró.
Cabe señalar que este concurso se realiza todos los años en Santiago, como una vitrina para obtener mejores oportunidades dentro de la comunidad haitiana.