Muchos padres están confundidos en torno a lo que deben hacer para favorecer el desarrollo saludable de sus hijos, especialmente en sus etapas más tempranas.
Un ejemplo de ello es lo ocurrido con la actriz chilena y ex chica reality radicada en México, Constanza Varela, quien desató una polémica esta semana al publicar en redes sociales un video donde su hijo Diego -de 7 meses de edad- aparece llorando desconsolado, mientras ella sólo se ríe.
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Al ver la breve secuencia algunos usuarios le señalaron que no era bueno dejar llorar a su bebé, mientras otros le dijeron que estaba bien. “Yo creo que es criterio. Tampoco puedes ir cada (vez) que llore ¿no?”, escribió un seguidor de Varela, a lo que ella respondió: “¡exacto! A veces hay gente que ni siquiera tienen hijos”.
Tal como consignó Página 7, ante el debate que se generó, la actriz finalmente decidió explicar el clip: “Se puso así porque quería su leche y si no se la damos cuando él quiere, se pone grave. Pero así como llora luego ríe a los dos segundos. ¡Conozco los llantos de mi hijo! No se preocupen, muchas gracias”.
Tras la controversia, la actriz de “Corazón Rebelde” decidió mostrar una versión más amplia del video, donde se ve que el bebé se calmó instantes después. De todos modos, la situación desató el debate en torno a si es bueno dejar llorar a un bebé.
¿Es bueno dejarlo llorar?
La doctora en psicología Darcia Narváez, docente de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos), escribió un artículo en el portal especializado Psychology Today donde se refiere al tema y aclara esta duda.
“¿Te gustaría estar sufriendo, pedir ayuda y que todo el mundo te ignore? Probablemente te sientas mal contigo mismo y muy enojado con el resto”, dice Darcia.
Según la especialista para los bebés esto es mucho peor, porque sus sistemas cerebrales son de rápido crecimiento y aprenden patrones para la vida social y también para su funcionamiento fisiológico (salud). Por lo mismo, ella recuerda que gran parte del desarrollo del niño se produce después del nacimiento. Y de acuerdo a la atención que reciben, se determinan algunos efectos epigenéticos (genes y sus funciones).
“Para un bebé, que lo dejen llorar es una tortura. ¿Por qué pienso así? Porque técnicamente, fisiológicamente y en términos de madurez, (…) si los bebés regularmente tienen dificultades, sus cuerpos están siendo entrenados para ser ansiosos y desconfiados de sí mismos y de los demás”, explica la experta, asegurando que no es raro que un bebé que no recibió la atención suficiente se convierta en una persona inflexible y que se estresa fácilmente.
“Cuando los bebés lloran no están teniendo rabietas o son pequeños emperadores. Tienen necesidades y las comunican de la única manera que pueden”, recalca Darcia, agregando que si esperas que llore para aliviar su malestar, estás esperando demasiado tiempo.
La experta enfatiza que es importante aprender a no dejarlo llorar. “Los bebés pequeños tienen dificultades para dejar de llorar por lo que no quieres que ellos comiencen. Pueden llegar incluso a crear la costumbre de llorar. Esperar demasiado tiempo para socorrerlo puede matar las sinapsis cerebrales (redes cerebrales programadas para desarrollarse en ese momento), que están creciendo a un ritmo fenomenal en los primeros años de vida”, añade.
Para evitar que el bebé llore, los cuidadores deben prestar atención a las señales no verbales que dan los bebés, como inquietud, ceño fruncido, muecas o si agita los brazos, para cortar de raíz sus molestias.
En los primeros meses y años de vida se crean las vías cerebrales que se utilizarán una y otra vez. “Así que si quieres un niño agresivo y desagradable, cuando sea bebé déjalo llorar. De lo contrario, mantenlo feliz. Un bebé angustiado en casi seguro que se transformará en un niño desagradable que angustiará al resto después”, aseguró.
Narvaez señala que en los primeros cuatro meses de vida, los bebés tienden a ser más exigentes, pero eso no quiere decir que tienen que llorar. “Este es también el período que parece establecer el nivel de capacidad de respuesta entre el bebé y el cuidador, que dura años después. Los cuidadores deben estar especialmente atentos cuando un bebé empieza a quejarse, al notar la expresión facial, los gestos y ofrecerle los cuidados para que se relaje”, reafirma.
“Ahora, debo decir que si un cuidador se siente tan frustrado que casi quiere tirar al bebé contra la pared, en ese caso, lo mejor es salir de la habitación y dejar que el bebé llore. Pero, por supuesto, lo mejor es no permitir un patrón de llanto tan regular en los primeros días y semanas de vida”, aclara la experta.
ACTUALIZACIÓN (17:00): Tras la publicación de esta nota, Constanza Varela decidió publicar una versión más extensa del video inicial, lo que fue consignado en este artículo.