La decisión de Facebook de bloquear los contenidos informativos en Australia hace temer que la desinformación y las teorías de la conspiración se amparen de la red social en ese país, a falta de fuentes fiables.
Desde el jueves, los australianos no pueden publicar enlaces a artículos de noticias ni ver las páginas de Facebook de los medios locales e internacionales. En paralelo, las fuentes de noticias australianas desaparecieron de la plataforma en todo el mundo.
El gigante de las redes sociales respondía así a la nueva y estricta normativa que le obligará a pagar, al igual que a Google, por las noticias que aparezcan en sus plataformas.
Varias agencias gubernamentales esenciales, que emiten avisos de emergencia sobre el covid-19, incendios forestales, inundaciones y ciclones, quedaron inicialmente incluidas en el apagón informativo, antes que Facebook comenzara a restaurarlas.
Otras páginas australianas en Facebook también se quedaron en blanco, entre ellas las de organizaciones benéficas contra el cáncer o la falta de vivienda, así como de grandes empresas o incluso satíricas.
Sin embargo, el bloqueo no afectó a muchas páginas de desinformación y teorías de la conspiración a pesar de que publican con frecuencia artículos sobre temas de actualidad.
Entre ellas hay varias páginas identificadas por el equipo de verificación de datos de Agence France-Presse por compartir desinformación que circula entre decenas de miles de usuarios.
“Al restringir las noticias independientes y producidas por profesionales en Australia, Facebook está permitiendo la promoción de teorías conspirativas, desinformación, noticias falsas y chiflados”, dijo Marcus Strom, representante de la Media, Entertainment and Arts Alliance.
“Esta medida irresponsable de Facebook fomentará la difusión de noticias falsas, lo que es especialmente peligroso durante la pandemia de covid y es una traición a su público australiano”, añadió.
Un vocero de la red social dijo que el “compromiso de la compañía de combatir la desinformación en Facebook no ha cambiado”.
“Estamos dirigiendo a la gente a información sanitaria autorizada y les notificamos las nuevas actualizaciones a través de nuestro Centro de Información sobre el covid -19″, según la compañía.
Agence France-Presse es una de las organizaciones que colaboran con el programa de verificación de datos de Facebook.
La red social paga por utilizar, en su plataforma y en Instagram, las verificaciones que realizan unas 60 organizaciones, entre las que se encuentran medios de comunicación y verificadores especializados.
El apagón informativo de Facebook se produce pocos días antes de la implantación de la vacuna contra el covid-19 en Australia y preocupa que los mensajes oficiales sobre la salud se vean ahogados por los de los antivacunas.
“Yo le diría de nuevo a Facebook que se lo piense mejor. Puede que estén en esto por el dinero, pero el resto de nosotros estamos en esto por la seguridad, la protección y la responsabilidad”, dijo el ministro de Sanidad, Greg Hunt.
Facebook asegura que genera cientos de millones de dólares en ingresos para los medios australianos a través de los clics.
Antes de esta controversia, la red social ya era objeto de críticas por no hacer lo suficiente para frenar la desinformación y los mensajes de odio a nivel mundial.
El mes pasado, el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg dijo que la empresa estaba tratando en “bajar la temperatura” en su plataforma reduciendo las conversaciones políticas e incendiarias que lleva tiempo albergando.
La red social también se ha propuesto prohibir los grupos que comparten afirmaciones no verificadas sobre el covid-19 y destacar los consejos de organismos oficiales fiables, que siguen siendo accesibles.
Pero según la organización Reset Australia, cuyo objetivo es contrarrestar las amenazas digitales a la democracia, el apagón de noticias australiano revela “lo poco que le importa a la plataforma detener la desinformación”.