VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

Estados Unidos flexibiliza restricciones para enviar ayuda humanitaria a Siria, pero manteniendo sanciones vigentes, en apoyo al nuevo Gobierno de transición liderado por Abu Mohammed al Jolani. Se permiten transacciones financieras con el Gobierno sirio y facilitan la labor de organizaciones humanitarias por seis meses, pudiendo revocarse si cambian las condiciones. EE.UU. retira recompensa a Al Jolani y suaviza algunas sanciones, pero mantiene las más severas, exigiendo garantías de respeto a los derechos. A pesar de esto, tanto EE.UU. como la ONU continúan considerando al HTS como una organización terrorista.

Desarrollado por BioBioChile

Estados Unidos anunció este lunes una relajación de las restricciones para la entrega de ayuda humanitaria a Siria, en una muestra limitada de apoyo al nuevo Gobierno de transición, aunque sin llegar a levantar las sanciones que pesan sobre el país.

La medida refleja la disposición de EE.UU a asistir a la población siria, pero también su cautela a la hora de eliminar las sanciones más duras, a la espera de que quede clara la orientación del nuevo liderazgo sirio, encabezado por Abu Mohammed al Jolani, líder del islamista Organismo de Liberación del Levante (HTS, en árabe), considerado por Washington como una organización terrorista.

En la práctica, la decisión permite a EE.UU realizar ciertas transacciones financieras con el Gobierno sirio, incluidas algunas ventas de energía, y facilita el trabajo de las organizaciones humanitarias para proporcionar servicios esenciales, como agua y electricidad, según informó el Departamento del Tesoro en un comunicado.

Estas medidas estarán vigentes durante seis meses y podrían revocarse si las condiciones en el terreno cambian, añadió el Tesoro.

“El fin del brutal régimen de Bashar al Asad, respaldado por Rusia e Irán, ofrece una oportunidad única para que Siria y su pueblo reconstruyan su país”, afirmó el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo, en un comunicado.

Tras el colapso del régimen de Bashar al Asad, el pasado 8 de diciembre, Estados Unidos ha suavizado algunas de las sanciones. Entre las medidas adoptadas, el Gobierno de Joe Biden retiró el 20 de diciembre una recompensa de 10 millones de dólares por Al Jolani.

Sin embargo, Washington mantiene las sanciones más severas, impuestas durante los 13 años de guerra civil en Siria, y ha pedido al nuevo Ejecutivo garantías de que respetará los derechos de las mujeres y de las múltiples minorías religiosas y étnicas del país.

El anuncio llega tras un encuentro en Damasco en diciembre entre Al Jolani, cuyo grupo HTS estuvo anteriormente vinculado a Al Qaeda, y la principal diplomática estadounidense para Oriente Medio, Barbara Leaf, quien lideró la primera delegación de EE.UU en Siria desde la caída de Al Asad.

El nuevo Gobierno de transición sirio busca el reconocimiento de las potencias mundiales para legitimar su autoridad. No obstante, tanto EE.UU como la ONU siguen considerando al HTS una organización terrorista.