Justin Trudeau y el Partido Liberal de Canadá sufrieron un duro revés tras perder un escaño, que hasta hace un tiempo era seguro, en LaSalle-Emard-Verdun, un distrito parlamentario de Montreal.
Según detalla Agencia Reuters, con el 100% de los votos escrutados, la candidata liberal Laura Palestini (27,2%) fue vencida en los comicios frente al representante del Bloque Quebequés, Louis-Philippe Sauvé (28%).
Se espera que estos resultados, que buscaban encontrar al reemplazante de un diputado liberal que había presentado su dimisión, tengan un impacto en el futuro político de Trudeau, cuya popularidad ha ido a la baja tras casi nueve años en el cargo.
En ese sentido, esta derrota liberal en un bastión tradicionalmente favorable aumenta las dudas sobre si realmente el político canadiense de 52 años es la mejor carta del bloque para las votaciones de octubre de 2025.
Esto se suma a lo ocurrido el 25 de junio pasado, cuando las autoridades electorales declararon como ganador en la circunscripción de Toronto-St Paul’s al conservador Don Stewart, quien se impuso por sobre la liberal Leslie Church luego que la diputada Carolyn Bennett dejara vacante su escaño.
Tal como ocurrio recientemente, esa derrota caló hondo en las huestes del partido oficialista considerando que dicha circunscripción les había pertenecido por 31 años, según consigna El País.
En aquella oportunidad, el líder del Partido Conservador de Canadá, Pierre Poilievre, aseguró que Trudeau no podía “continuar” en sus aspiraciones para un cuarto mandato.
Si bien el primer ministro reconoció que esos resultados no eran los esperados, indicó que escuchaba “las preocupaciones y frustraciones de la gente”, remarcando que iría por una nueva reelección.
“He mantenido muchas llamadas con diferentes miembros del grupo parlamentario de todo el país, no sólo de Toronto, para hablar cómo asegurarnos que seguimos nuestro trabajo de conectar con los canadienses, para asegurar que seguimos trabajando para la población”, sostuvo.
Eso sí, incluso desde el propio Partido Liberal han surgido voces disidentes que piden que sea otro nombre el que los represente en las papeletas en un año más.
Tal es el caso de Alexandra Mendes, legisladora liberal que representa a un distrito electoral de Quebec, quien manifestó que “muchos” de sus electores querían que Trudeau no siguiera en el poder en un nuevo mandato.
La creciente impopularidad del primer ministro ha sido reflejada en encuestas como la publicada por la firma Angus Reid. Con un universo de 3.082 personas y un margen de error del 2%, arrojó que el 42% votaría al Partido Conservador en las próximas elecciones mientras que un 21% lo haría por el Partido Liberal.
En tanto, un sondeo de la compañía Lager mostró que el 26% de los canadienses prefiere a Poilievre como primer ministro y que sólo un 19% se decanta por Trudeau.
Otro duro golpe para Trudeau llegó el pasado 4 de septiembre, cuando el Nuevo Partido Democrático (NPD) anunció que dejará de apoyar a los liberales en el Parlamento.
Tal como detalla EFE, Jagmeet Singh, líder del NPD, confirmó el fin del acuerdo, que ha permitido gobernar a Trudeau desde las últimas elecciones nacionales celebradas en 2021, acusando al PM de ceder constantemente ante “la avaricia corporativa”.
“Los liberales han abandonado a la gente. No se merecen otra oportunidad de los canadienses”, señaló Singh.
De esta manera, Trudeau deberá convencer a un electorado que lucha con el aumento en el costo de vida en medio de una crisis de vivienda que de acuerdo a Reuters, ha sido impulsada, en parte, por un aumento en la entrada de residentes temporales, incluyendo estudiantes y trabajadores extranjeros.
El aumento de la brecha social, la pérdida de poder adquisitivo y una drástica reducción de la calidad de servicios esenciales son otros factores que han llevado a que el Partido Liberal pierda popularidad.
En tanto, el líder conservador Poilievre prometió eliminar un impuesto federal al carbono que, según aseveró, ha hecho que la vida para los canadienses sea más inasequible. A su vez, dejó en claro sus planes para reforzar los controles migratorios hasta que se puedan construir más viviendas.