"Ahora no es el momento de olvidar a Haití", dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, a su llegada el sábado a Puerto Príncipe para demostrar su "solidaridad" con una población atrapada en un "ciclo trágico" de violencia y miseria.
“Estoy en Puerto Príncipe para expresar mi solidaridad con el pueblo haitiano y hacer un llamado a la comunidad internacional para que continúe apoyando a Haití, incluso con una fuerza internacional que pueda respaldar a la policía nacional”, dijo Guterres en un tuit minutos después de iniciar su primera visita al país.
A su vez, pidió “poner a Haití en el mapa político internacional y hacer de la tragedia del pueblo haitiano la principal prioridad de la comunidad internacional”.
I'm in Port-au-Prince to express my full solidarity with the Haitian people and call on the international community to continue to stand with Haiti, including with a robust international force to assist the Haitian National Police.
This is not the time to forget Haiti.
— António Guterres (@antonioguterres) July 1, 2023
“Conocí a los haitianos y percibí el agotamiento de una población que enfrenta una cascada de crisis y condiciones de vida insoportables durante demasiado tiempo”, añadió.
Tras la reunión con el primer ministro Ariel Henry y otros líderes políticos y de la sociedad civil, Guterres insistió en que “ahora no es el momento de olvidar a Haití”.
Durante esta visita, que se mantuvo en secreto hasta que aterrizó en la capital, el jefe de la ONU también instó al Consejo de Seguridad de la organización, que discutirá la situación del país caribeño a finales de julio, “a autorizar el inmediato despliegue de una fuerza de seguridad internacional sólida”.
En octubre, haciéndose eco de un pedido de Henry, ya había reclamado al Consejo de Seguridad que enviara contingentes para apoyar a la policía haitiana, superada por la violencia de las pandillas.
Si bien algunos países han dicho estar dispuestos a participar en una fuerza como la reclamada, ninguno se ha ofrecido para liderar una operación de este tipo en un país escaldado por múltiples intervenciones extranjeras.
“Hago un llamado a los estados que tienen la capacidad de proporcionar una fuerza de seguridad sólida para que dejen las dudas y estén listos para seguir una decisión del Consejo de Seguridad”, pidió Guterres.
“Cada día cuenta. Si no actuamos ahora, la inestabilidad y la violencia tendrán un impacto permanente en generaciones de haitianos”, agregó.
“Nunca peor que hoy”
Funcionarios de la ONU en los últimos meses han evaluado cada vez con más alarma el impacto de los tiroteos, secuestros y violaciones de pandillas.
Este sábado, el propio jefe de la ONU denunció que “Puerto Príncipe está rodeado de bandas armadas que bloquean las principales carreteras que conducen a los departamentos del norte y del sur, controlando el acceso al agua, alimentos y atención médica”.
Además, condenó “en los términos más enérgicos posibles la violencia sexual generalizada que las bandas usan como arma para infundir miedo”.
El jueves, tras regresar de una visita a Haití, la secretaria ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, dijo que la situación en el país es crítica.
“Los haitianos de nuestro equipo en el país me han dicho que la situación nunca ha estado tan mal como ahora: hambre y desnutrición sin precedentes, parálisis económica, resurgimiento del cólera e inseguridad generalizada que crea una espiral de violencia”.
Russell transmitió el testimonio de una de las muchas víctimas de las bandas, una niña de 11 años. “Me dijo con su dulce voz que cinco hombres la atraparon en la calle. Tres la violaron. Cuando hablamos estaba embarazada de ocho meses y dio a luz unos días después”.
Algunos vecinos han salido a las calles a responder por su cuenta a la violencia. En abril, un grupo de civiles capturó a varios pandilleros bajo custodia policial, lo mató a golpes y quemó sus cuerpos en la calle.
El ministro de Cooperación Exterior, Ricard Pierre, advirtió en junio sobre el alto riesgo de una “guerra civil” si no se produce una intervención extranjera.
Casi la mitad de la población, unas 5,2 millones de personas, necesita además ayuda humanitaria, incluidos unos 3 millones de niños.
Después de Haití, el jefe de la ONU volará a Trinidad y Tobago, donde participará en la cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom). El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, también estará presente en el encuentro y abordará el caso haitiano.