En Irán, las mujeres no son totalmente libres. Así lo reveló a EFE, Maryam, una joven universitaria de 22 años, que intentó ir al dentista. Pero desde el servicio médico le negaron la autorización para atender el fuerte dolor de muelas que padecía.
“No prestamos servicios a mujeres sin velo bajo ningún concepto”, le dijeron.
Así son muchas las iraníes que son discriminadas por negarse a usar el velo que cubre la cabeza y el cuello, la prenda conocida como hiyab.
Al igual que Maryam, son muchas mujeres que protestan pacíficamente en el país, en memoria de Mahsa Amini, quien murió por no llevar la hiyab.
En Irán las mujeres son marginadas de la sociedad
Con múltiples episodios de violencia hacia las mujeres, ahora también son clausurados diversos recintos (comercios y restaurantes) porque en esos lugares la población femenina se niega a cubrir su pelo.
Durante meses la República Islámica se volcó a sofocar las protestas desatadas por la muerte de Amini y ahora buscan imponer estrictas normas de vestimenta, como reimponer el uso del velo, obligatorio en el país desde 1983.
Aunque la revuelta causó la desmantelación de la policía de la moral, la entidad encargada de velar por el respeto de las costumbres, hoy el gobierno iraní usa cámaras para identificar a las infractoras por las calles.
La violencia crece en los espacios públicos
De acuerdo con EFE, las iraníes atraviesan una difícil situación, donde se les niega el derecho a recibir educación.
En abril pasado, el Ministerio de Educación del país, acordó restringir la entrada de las jóvenes que no se cubren con un velo.
“Todas las universidades y centros de alta educación dependientes de este Ministerio de Educación están exentas de proporcionar servicios educativos y sociales a las pocas estudiantes que no cumplen las normas y regulaciones de las universidades”, mencionó un comunicado oficial.
El ministerio agregó que “el velo y la castidad son una obligación” de las estudiantes, quienes deben acatar las leyes.