Los ministros de Exteriores del G7 se comprometieron hoy a intensificar sus sanciones a Rusia y a "apoyar a Ucrania durante todo el tiempo que sea necesario", y advirtieron a Moscú sobre "graves consecuencias" si empleara armas nucleares.

“Condenamos la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, que constituye una grave violación del derecho internacional. Rusia debe retirar todas sus fuerzas y equipos de Ucrania de forma inmediata e incondicional”, recogió la declaración conjunta adoptada hoy al término de la reunión de Exteriores que el G7 celebró en la ciudad nipona de Karuizawa.

Los cancilleres de Japón, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido y Estados Unidos dijeron que proporcionarán un apoyo “sostenido” a Kiev en materia de “seguridad, económica e institucional”, según dicho texto, donde también se comprometen a intensificar sanciones contra Rusia y hacerlo de forma coordinada.

En este sentido, los ministros de Exteriores propusieron aplicar las sanciones a través de un “mecanismo de coordinación”, un proceso que aprobaron en noviembre de 2022 con el fin de poder ayudar a Ucrania a defender y reparar sus infraestructuras y que incluye el apoyo financiero, humanitario, político, técnico y de defensa.

El texto firmado hoy también hace referencia a terceros países que estén prestando asistencia a la guerra de Rusia y amenaza con “graves costes” para aquellos que estén eludiendo o socavando las sanciones impuestas por el grupo a Moscú.

“Estamos decididos a que los activos soberanos de Rusia en nuestras jurisdicciones permanezcan inmovilizados hasta que se produzca una resolución del conflicto que aborde la violación por parte de Rusia de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania”, prosiguió el texto.

El G7 buscaría que Rusia “pague por los daños causados” y criticó también severamente la retórica nuclear de Rusia y su anuncio de desplegar armas nucleares en Bielorrusia, algo que tildaron como “inaceptable”.

“Cualquier uso de armas químicas, biológicas o nucleares por parte de Rusia tendrá graves consecuencias”, advirtió el Grupo de los Siete, en cuya reunión también estuvo representada como es habitual la Unión Europea.

El comunicado también señala que “no puede haber impunidad para los crímenes de guerra y otras atrocidades, como los ataques a civiles e infraestructura civil crítica”, así como la deportación de ciudadanos, incluidos niños, o las violaciones.

Las discusiones de estos días en Karuizawa y el texto final firmado hoy servirán de base para la agenda de la cumbre de líderes del G7 prevista entre los días 19 y 21 de mayo en Hiroshima, la ciudad nipona que fue la primera de la historia en ser atacada con una bomba atómica en 1945.