Bel Air, Solino, Delmas 24, Nazon… Desde hace una semana, los barrios del corazón de Puerto Príncipe viven al ritmo de la violencia de las bandas armadas.
Bandas rivales se enfrentan entre sí y algunos vecinos han tenido que huir de sus casas para escapar de la furia de las bandas sin saber dónde refugiarse. No sólo en Puerto Príncipe, también se han registrado tiroteos en la comuna de Croix-des-Bouquets.
Durante el fin de semana, el sector de Bel Air se vio de nuevo sacudido por la detonación de armas de fuego. Los actos de las bandas se han extendido incluso a lugares elegantes de Haití.
Las bandas están irrumpiendo en las casas y secuestrando a los residentes. En Fort Jacques, lugar histórico y turístico del país, hombres armados prendieron fuego a la subcomisaría de policía de la zona.
En el centro de la capital haitiana también se multiplican los casos de secuestro. Una escolar y su padre fueron secuestrados el jueves frente a la puerta principal de una escuela cuando él dejaba a su hija en el colegio. Ese mismo día también fueron secuestrados un profesor, su mujer, su hijo y otras dos personas que les acompañaban.
Los enfrentamientos entre bandas armadas en los barrios de la capital haitiana han desplazado a muchas familias. Los haitianos viven muy angustiados, temiendo las balas perdidas de los bandidos.
Según varias organizaciones civiles haitianas, los grupos criminales controlan ahora toda la capital. El pasado mes de octubre, el gobierno interino solicitó la intervención de una fuerza militar extranjera en el país. Pero en lugar de responder a esta petición, la comunidad internacional hace promesas y gestos para reforzar la Policía Nacional haitiana.
“Las bandas están ganando terreno”
“Las bandas están ganando terreno, se están haciendo más fuertes. Así que cuanto más tiempo perdamos, más difícil será para la policía haitiana restablecer el orden”, afirma Gédéon Jean, quien dirige el Centro de Análisis e Investigación de los Derechos Humanos en Haití.
“Hoy, la comunidad internacional debe tomar la decisión necesaria. Me refiero en particular a Francia, Estados Unidos y Canadá, que son los primeros que deben decidir sobre la situación en Haití”, declaró.
“Tienen la responsabilidad de restablecer la seguridad. Y cito a Emmanuel Macron: ‘la seguridad es ante todo una cuestión de medios y no de posturas’”, agregó.
“Necesitamos hombres sobre el terreno, una fuerza internacional que acompañe a la policía para llevar a cabo las operaciones. Y no promesas y conferencias”, puntualizó.