La capilla ardiente del papa emérito Benedicto XVI, fallecido hoy, se realizará eñ lunes 2 de enero en la basílica de San Pedro del Vaticano, según confirmó hoy la Santa Sede.
“El cuerpo del Papa Emérito estará en la basílica de San Pedro del Vaticano para la despedida de los fieles”, detalló la Iglesia Católica en un comunicado.
Benedicto XVI murió esta mañana a los 95 años de edad, en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, donde residía desde su histórica renuncia en 2013.
“Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano”, dice un escueto comunicado oficial publicado por el Vaticano.
Benedicto XVI se encontraba “muy enfermo”
La preocupación por el estado de salud del papa y teólogo alemán surgió el miércoles 28 de diciembre, cuando su sucesor, Francisco, reconoció que estaba “muy enfermo” y pidió “una oración especial” a los fieles que asistían a su audiencia general.
Poco después, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que la situación de Benedicto XVI se habían “agravado a causa de su avanzada edad”.
El secretario personal del pontífice emérito, monseñor Georg Ganswein, había afirmado en repetidas ocasiones en los últimos años que este era como “una vela que se apaga lenta y serenamente”.
Un día después, la Santa Sede aseguraba que Benedicto XVI había “logrado reposar bien en la noche, estaba absolutamente lúcido y atento” y permanecía “estable” pese a la gravedad.
Benedicto XVI había decidido pasar estos momentos en su estancia del monasterio en el que reside desde su histórica renuncia al papado, anunciada el 11 de febrero de 2013 y consumada el 28 de aquel mismo mes, la primera vez en seis siglos, desde tiempos de Gregorio XII.
Ahí vivió sus últimos años rodeado de su “familia” vaticana, formada por su secretario, un médico, un enfermero y cuatro mujeres laicas consagradas del instituto “Memores Domini”, quienes se repartían las tareas de la casa y se ocupaban de las necesidades del papa emérito.