“Estoy especialmente alarmado al ver que las promesas hechas a las mujeres y niñas afganas por los talibanes se están incumpliendo”, dijo a los periodistas.
“Hago un llamamiento enérgico a los talibanes para que mantengan sus promesas a las mujeres y las niñas y cumplan sus obligaciones en virtud de los derechos humanos internacionales y el derecho humanitario”, complementó.
“No vamos a abandonar” este asunto, aseveró Guterres y destacó que el tema se aborda a diario con los talibanes, que no gozan de reconocimiento internacional pese a que están en el poder en Afganistán desde mediados de agosto.
“Las promesas incumplidas conducen a sueños rotos para las mujeres y las niñas en Afganistán”, agregó, y recordó que desde 2001, cuando los talibanes fueron derrocados del gobierno por una invasión estadounidense, “el tiempo medio en la escuela pasó de seis a diez años”.
“El 80% de la economía afgana es informal, con un papel preponderante de las mujeres. Sin ellas, no hay posibilidad de que la economía y la sociedad afganas se recuperen”, advirtió.
En momentos en que se congelan los activos afganos y se detiene la ayuda al desarrollo, Guterres instó “al mundo a actuar e inyectar liquidez a la economía afgana”.
“Debemos encontrar formas de dar nueva vida a la economía” para que la gente sobreviva y “esto se puede hacer sin violar las leyes internacionales”, agregó, en alusión a las sanciones que pesan contra Kabul.
Se pueden transferir fondos internacionales o fondos afganos bloqueados a agencias de la ONU u organizaciones no gubernamentales que luego pagan salarios a los afganos en el terreno, dijeron funcionarios del ente multilateral.
Esta práctica, con exenciones bancarias autorizadas en particular por Estados Unidos, ya se ha utilizado en el pasado, por ejemplo en Yemen.
Guterres estimó que “la comunidad internacional se está moviendo demasiado lento” para inyectar liquidez a la economía afgana y subrayó que “el pueblo afgano no puede sufrir un castigo colectivo (por las sanciones) debido al comportamiento de los talibanes”.
La crisis humanitaria afecta al menos a 18 millones de personas, la mitad de la población del país asiático.
Hasta ahora, la ayuda humanitaria internacional llegó a varias regiones del país sin obstrucción por parte de los talibanes, e incluso con su “cooperación” y asistencia en “seguridad”, indicó Guterres.