Cerca de 150.000 niños y niñas fueron enviados a escuelas residenciales para indígenas a partir de las últimas décadas del 1800 hasta mediados de 1990.
“Estuve aquí 10 años. Nos [sacaron de nuestras familias] con 7 u 8 años, dice a RFI Evelyn que fue separada a la fuerza de su familia y llevada a la escuela residencial de Kamloops en Columbia Británica, en el oeste del país. Los restos de 215 niños indígenas fueron encontrados cerca de ese antiguo colegio, a finales de mayo.
“Este descubrimiento trae una especie de luz sobre cómo fuimos tratados, [pero] eso es sólo una parte”, dice Evelyn.
Evelyn añade que es solo una parte. La Comisión de la Verdad y la Reconciliación, calcula que al menos 6000 niños murieron mientras estaban en el sistema de internados, varios por malnutrición, otros por enfermedades.
La intención de esas escuelas residenciales era llevar a cabo un “genocidio cultural”, según la Comisión.
La Iglesia Católica Romana gestionó más de la mitad de esos internados.
En junio de este año, 751 tumbas sin nombre fueron halladas en Saskatchewan y 182 más en Columbia Británica. Estos hallazgos han generado conmoción en el país y han abierto heridas que muchas de las personas que fueron a esos antiguos colegios no han podido aún sanar.
El Gobierno canadiense reconoce que las consecuencias del sistema de escuelas residenciales indígenas fueron profundamente negativas y que han tenido un impacto duradero y perjudicial en la comunidad indígena. Además le ha ofrecido disculpas a los sobrevivientes y a sus familias por lo ocurrido en esos internados.
“Es vergonzoso que hayan muerto niños por la política de los internados”, dijo el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, admite que es vergonzoso para el país.
En diciembre, líderes indígenas de Canadá tendrán una audiencia con el papa Francisco. Le pedirán que ofrezca una disculpa oficial por el papel que jugó la Iglesia Católica Romana en el funcionamiento de los internados canadienses a los que niños indígenas fueron obligados a asistir y de los que muchos nunca volvieron.
Canadá nombra a primera gobernadora general indígena
El gobierno canadiense nombró el martes 6 de julio a la indígena Mary Simon como su primera gobernadora general, la representante oficial de la reina Isabel II en el país que integra el Commonwealth, mientras la nación enfrenta un ajuste de cuentas con su oscura historia colonial.
“Hoy, después de 154 años, nuestro país da un paso histórico”, dijo el primer ministro, Justin Trudeau, en una conferencia de prensa. “No puedo pensar en una mejor persona para afrontar el momento”, subrayó.
Experiodista y defensora de los derechos de los nativos inuit, Simon se había desempeñado anteriormente como presidente de la organización Inuit Tapiriit Kanatami.
También presidió la Conferencia Circumpolar Inuit, que representa a ese pueblo en todos los países árticos, en tanto fue la primera embajadora Inuk de Canadá en Dinamarca.
Su nombramiento como representante virreinal, responsable de dar el asentimiento real o ejecutar actos aprobados por el Parlamento y encabezar las Fuerzas Armadas de Canadá, llega en un período difícil en las relaciones del país con las denominadas Primeras Naciones aborígenes.
Reconocer el pasado
Nacida en 1947 en Kuujjuaq, una pequeña aldea en la costa de la bahía de Ungava, Simon asistió a una escuela diurna similar a los controvertidos internados indígenas.
“Necesitamos [hacer una pausa], reconocer, conmemorar y aceptar completamente las atrocidades de nuestro pasado colectivo, de las que nos estamos enterando más cada día”, dijo Simon a los periodistas.
Una de sus primeras tareas oficiales podría ser disolver el parlamento y llamar a elecciones anticipadas en septiembre, ya que el gobierno liberal minoritario de Trudeau choca cada vez más con los partidos de la oposición.
Simon reemplaza a la primera nominada de Trudeau para el cargo, la exastronauta Julie Payette, quien renunció en enero en medio de acusaciones de acoso y mal comportamiento; un informe le achacó “gritos, conducta agresiva, comentarios degradantes y humillaciones públicas”.
La repentina salida de Payette reavivó el debate sobre el papel de la monarquía en Canadá. Los últimos sondeos revelan que poco más de la mitad de los encuestados está a favor de la abolición del cargo de gobernador general.
Simon, que habla inglés e inuktitut (principal lengua inuit en Canadá) con fluidez, dijo que esperaba unificar a todos los canadienses “para comprender nuestras historias únicas, nuestra cultura única y nuestra forma de vida”.
“En este momento espero que todos los canadienses se sientan parte porque mi nombramiento refleja nuestro progreso colectivo hacia la construcción de una sociedad más inclusiva, justa y equitativa”, dijo.