Una multitud de manifestantes a favor de los pueblos indígenas de Canadá derribaron las estatuas de la reina Victoria e Isabel II durante las manifestaciones por el Día de Canadá en la ciudad de Winnipeg por el trato dispensado a los pueblos originarios.
Las manifestaciones, celebradas este jueves para conmemorar la independencia del país, tienen lugar después del hallazgo de cientos de cadáveres en tumbas sin identificar cerca de internados de asimilación forzosa de población indígena. En concreto, tras el hallazgo de otras 182 tumbas el martes, la cifra asciende ya a 1.148 cuerpos.
En estas escuelas, abiertas bajo el mandato de la reina Victoria, muchos jóvenes sufrieron violaciones, fueron golpeados, recibieron malos tratos verbales y sufrieron malnutrición.
Se cree que más de 6.000, de los más de 150.000 forzados a acudir a estas instituciones, murieron.
Las personas han cantado “no hay orgullo en un genocidio” alrededor de la estatua de la reina Victoria, que antes de ser derribada ha sido vandalizada con pintura roja. Momentos después, la multitud ha derribado la de la reina Isabel II -actual jefa de Estado de Canadá-, según la información recogida por Sky News.
Un hombre ha sido detenido tras los incidentes, según ha trasladado la cadena CBC, aunque las causas de su arresto no están claras por el momento. El citado medio destaca que es posible que el hombre arrestado estuviera furioso con los que han derribado las estatuas.