Un grupo indígena canadiense anunció el descubrimiento de centenares de tumbas sin identificar en los terrenos de una antigua residencia escolar de niños.
El grupo indígena cowessess, descubrió más de 700 tumbas en los terrenos de la escuela residencial Marieval. El lugar funcionó entre 1899 y 1997, unos 2.500 kilómetros al noroeste de Toronto.
Es el segundo descubrimiento de centenares de tumbas no señalizadas en terrenos de antiguas residencias escolares canadienses en las últimas semanas.
El pasado 28 de mayo, Rosanne Casimir, jefa de los tk’emlúps te secwépemc, también anunció el hallazgo de restos de 215 niños aborígenes enterrados en la residencia escolar de Kamloops.
En ambos casos, las tumbas se descubrieron con la ayuda de radares de penetración de terreno.
El jefe de la Asamblea de Primeras Naciones señaló que “la noticia es absolutamente trágico pero no sorprendente”.
“Solicitó a todos los canadienses a estar junto a los indígenas en estos momentos extremadamente difíciles y emocionales”, añadió.
No es el primer caso
La Federación de Naciones Indígenas Soberanas (FSIN) de Saskatchewan, señaló que es más que probable que en los próximos días aparezcan nuevas tumbas sin identificar.
FSIN inició una búsqueda sistemática en la mayoría de las escuelas situadas en Saskatchewan desde el descubrimiento de los restos humanos en Kamloops.
El sistema de residencias escolares para indígenas fue impuesto por las autoridades canadienses a finales del siglo XIX para eliminar la cultura aborigen del país.
Los niños indígenas eran sacados a la fuerza de sus comunidades y enviados a estos internados situados a centenares de kilómetros de sus familias.
Entre 1890 y 1997 más de 130 escuelas residenciales funcionaron por todo Canadá y unos 150.000 niños indígenas fueron internados en estas instituciones que eran administradas por órdenes religiosas, en su mayoría católicas.
Los niños indígenas sufrieron abusos físicos, psicológicos y sexuales de forma sistemática e incluso experimentos a manos de científicos gubernamentales.
En 2015, la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Canadá concluyó que 1 de cada 50 niños enviados a las residencias escolares, murieron en las instituciones.
En muchos casos, las familias de los niños internados nunca recibieron notificación de las muertes.