Volodimir Zelenski quería ser mundialmente famoso. Su sueño se ha hecho realidad, aunque un poco diferente a como se lo imaginaba. “Yo soñaba con la fama mundial como actor y productor. No quería esto”, dijo en una entrevista el presidente de Ucrania a comienzos de octubre. Zelenski juega un rol fundamental en las investigaciones preliminares para un posible juicio político en contra del presidente estadounidense, Donald Trump.
Medio años después de ser electo, Zelenski y Ucrania son el centro de atención de la actual política estadounidense y de los medios de comunicación de todo el mundo. La razón: un informe anónimo, dado a conocer el 25 de julio pasado, que registra una conversación telefónica entre Trump y Zelenski.
Los demócratas estadounidenses acusaron a Trump de abusar de su poder, tras sugerirle al mandatario ucraniano que investigara al ex vicepresidente de EE UU, Joe Biden, quien probablemente será rival de Trump en las próximas elecciones de 2020. Tanto Trump como Zelenski negaron que hubiera presión de Washington sobre Kiev.
El dilema americano de Zelenski
Ucrania puso sus esfuerzos en atraer la atención a nivel mundial. Ahora es al revés. Zelenski apenas habla públicamente sobre los acontecimientos en Washington. El presidente ucraniano dijo a CNN que su país estaba “cansado” de la controvertida historia, sobre la participación del hijo de Biden en la empresa privada ucraniana de producción de gas Burisma.
Serhiy Rudenko, columnista de DW, considera que el mandatario ucraniano se encuentra en un dilema. “Si él hubiera admitido presiones por parte de Washington, hubiera perdido la buena voluntad por parte del presidente de Estados Unidos”, dice Rudenko. Y agrega que “si lo niega, podría cerrar la puerta de la Casa Blanca en caso de que Joe Biden, por ejemplo, sea quien esté al mando”.
Volodimir Yermolenko, de la organización de medios de comunicación Internews-Ucrania, piensa de manera similar. “Creo que la estrategia de Kiev es evitar tomar partido”, dijo Yermolenko a DW. Ucrania no puede permitirse el lujo de perder el apoyo de EE.UU., porque entonces estaría prácticamente sola contra Rusia.
Ucrania, un país “tóxico”
Las consecuencias negativas del escándalo ucraniano se están dejando sentir. “Lo peor que nos puede pasar es que nos convirtamos en un balón de juego”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Vadim Pristaiko, en una entrevista con la BBC.
Si bien el Secretario de Estado de EE. UU., Mike Pompeo, ha respaldado su apoyo a Kiev, las relaciones a nivel diplomático se ven perturbadas. Ambos países no han tenido embajadores regulares en sus respectivas capitales durante meses. El puesto dejado por el representante de los Estados Unidos para Ucrania, Kurt Volker, sigue vacante.
“Después de los acontecimientos de los últimos meses, los diplomáticos ucranianos en Washington se han vuelto tóxicos”, dice Kostiantin Yeliséiev, diplomático ucraniano. Por su parte, Aliona Hetmanchuk, directora del centro de estudios de Kiev New Europe Center, escribe en su blog que “Ucrania en su conjunto y todos los programas de ayuda están siendo meticulosamente examinados”.
¿Cuándo se reunirán Trump y Zelenski?
En ese contexto, es poco probable que EE. UU participe en las negociaciones con Rusia para resolver la cuestión de Ucrania oriental, como ha esperado Zelenski. Tampoco se sabe si el presidente ucraniano visitará Washington en una visita oficial, mientras Trump se encuentre en medio del proceso de destitución. Por otro lado, es difícil imaginar que Trump viaje a Kiev. Entonces, la breve reunión de los dos presidentes al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de este año habría sido la última en un futuro próximo.