A tres días de unas elecciones legislativas que se anuncian muy reñidas, el primer ministro de Canadá Justin Trudeau, amenazado por el ascenso de pequeños partidos, y su rival conservador Andrew Scheer culminan una tensa campaña multiplicando los llamados a un “voto útil” con el fin de evitar un gobierno minoritario, anticipado por todos los sondeos.
“Es muy posible que el 22 (un día después de las elecciones) nos levantemos con un gobierno (conservador) que tenga como prioridad eliminar el único verdadero plan que ha tenido Canadá para luchar contra el cambio climático y que va a aplicar como programa de crecimiento los recortes y la austeridad“, advirtió Trudeau.
El primer ministro saliente acusó el jueves a sus rivales conservadores de conducir “una de las campañas más sucias” de la historia nacional, con desinformación y amenazas. Días atrás, Trudeau debió acudir a una actividad de campaña con chaleco antibalas.
De acuerdo a los últimos sondeos, tanto los liberales de Trudeau como los conservadores de Scheer tienen 30% de intenciones de voto.
El Nuevo Partido Democrático (NPD, izquierda), llega tercero y en ascenso en los sondeos, con 18%, gracias a las buenas presentaciones de su líder, Jagmeet Singh, y apunta a conquistar al ala izquierda de los liberales.
Ninguno de los dos grandes partidos, que se alternan en el poder desde 1867, estaría en condiciones de lograr los 338 escaños necesarios para una mayoría en el Parlamento. El ganador debería conformar un gobierno en minoría.
“La alternativa en esta elección es muy clara: una coalición Trudeau-NPD que obrará para aumentar la tasa carbono… o un gobierno mayoritario conservador que eliminará la tasa carbono”, dijo Scheer el jueves reclamando un “fuerte respaldo” a su partido.
Alianzas
El líder conservador afirmó el jueves que el gobierno debería formarse con el partido que gane más escaños el lunes.
“En el plano constitucional, no es esa la regla. No se vota a un primer ministro, se vota por un diputado”, explicó a la AFP Hugo Cyr, politólogo de la Universidad de Quebec, en Montreal.
Los conservadores temen “no ser capaces de formar gobierno” si no obtienen mayoría parlamentaria, subrayó.
Uno de los principales campos de batalla está en Quebec, una provincia francoparlante que reparte 78 escaños en el parlamento federal y donde los independentistas del Bloque Quebequense encabezan los sondeos junto al Partido Liberal.
Ives-François Blanchet, jefe de este partido que sólo presenta candidatos en Quebec, contempla la posibilidad de aliarse a uno u otro partido de acuerdo a las circunstancias. Dijo no obstante que no se aliaría con quienes propongan suprimir la tasa carbono, descartando de hecho una coalición con Scheer.
El jefe del NPD explicitó su rechazo a una alianza con los conservadores.
Trudeau debe hacer frente a protestas de una parte de su base electoral de 2015, sobre todo tras su decisión de nacionalizar el oleoducto Trans Mountain, contraviniendo, según sus detractores, su discurso ambientalista.
En caso de no lograr mayoría parlamentaria, el primer ministro saliente debería conciliar posiciones con el NPD y el Partido Verde, que plantean un programa ecologista mucho más ambicioso que los liberales.
Los liberales deberán igualmente obtener los favores del Bloque, que respalda una ley sobre la laicidad popular en Quebec pero que va a contracorriente del multiculturalismo defendido por el centrista Trudeau.
El miércoles, el expresidente estadounidense Barack Obama llamó a los canadienses a permitir un nuevo mandato de Justin Trudeau.
Los analistas políticos se mantienen de todas maneras prudentes en sus predicciones electorales teniendo en cuenta que la alta tasa de indecisos dificulta las estimaciones.
Por otra parte, el voto anticipado aumentó fuertemente respecto a 2015. Unos 4,5 millones de electores ya ejercieron su voto entre viernes y lunes.